La Supercopa de Europa es ACB

El miércoles acabó la fase regular de la ACB con altas dosis de emoción y dramatismo. El Betis, que estuvo salvado en gran parte de la jornada, bajó a los infiernos de la LEB en el último minuto ante el Real Madrid, donde acompañará al Fuenlabrada. A la par, el Granada celebraba su permanencia. El deporte es así: unos ganan y otros pierden, unos ríen y otros lloran. Los descensos forman parte de la esencia misma de la competición, de la que la Liga ACB se vio privada durante muchos años por cánones, trámites y burocracias. Eso ya está corregido, por fortuna, lo que también dota de un sentido a la Liga LEB Oro, cuyos playoffs de ascenso están igualmente en marcha, después de que el Andorra haya logrado la primera plaza directa.

La última jornada también ajustó los cruces por el título, que arrancan este fin de semana con atractivos duelos. Los cuatro emparejamientos resultantes se muestran durísimos, después de una igualada temporada. El Barça, como primero de la clasificación, debería medirse con el rival más débil, pero en la octava plaza ha caído un hueso, el

Valencia, que si bien no está rindiendo al nivel esperado, tiene plantilla para resurgir. El Baskonia, que este curso se ha entrometido en el tradicional pulso del Clásico con su segunda plaza, litigará con

el Joventut, ante el que ya ha sucumbido este año en los cuartos de la Copa del

Rey. El Madrid, tercero, se la jugará con el Gran Canaria: es decir, el campeón de la Euroliga contra el campeón de la Eurocup, lo que vendría a equivaler a una hipotética Supercopa de Europa. Y el Tenerife, cuarto, estrenará el MVP de Gio Shermadini frente al Unicaja, en una revancha de la final de la última Copa, que conquistaron los malagueños. Ya ven, hay interés por doquier. Luego puede ser que la Liga acabe como casi siempre, con una final entre el Madrid y el Barcelona, pero es de justicia resaltar que el camino rebosa alicientes en esta ocasión.