Alves, visto para sentencia
El brasileño mantiene que la relación con la denunciante fue consentida ● La acusación señala sus incoherencias
Tras una tercera jornada de juicio de casi siete horas, el Caso Alves ha quedado visto para sentencia. En el tercer y último día del proceso declararon los peritos y se visionaron (sólo para las partes) las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca Sutton y la sesión culminó con el testimonio del acusado y con las conclusiones de las partes: el ministerio público, que mantiene una petición de nueve años de cárcel, la acusación particular, que pide 12 y la defensa, que solicitó la absolución de su cliente.
A Dani Alves se le acusa de violar el 31 de diciembre del 2022 a una joven en un lavabo de la zona VIP de la discoteca Sutton. El exjugador lleva desde el 20 de enero en prisión provisional, fecha en la que fue detenido tras prestar declaración ante los Mossos.
En su declaración, Dani Alves regresó a la versión de que la relación sexual con la denunciante fue consentida, añadió el atenuante de que iba muy bebido y reconoció haber mentido en sus anteriores declaraciones para tratar de ocultar a su mujer la infidelidad. En una declaración de poco más de veinte minutos en la que Alves únicamente aceptó responder a su defensa, el brasileño relató entre lágrimas que era inocente y reiteró que él no es una persona violenta.
El brasileño explicó que la noche se inició junto a unos amigos con la idea de “ir solo a comer pero hacía tiempo que no nos veíamos y la cosa se alargó hasta la madrugada” y relató que la noche de los hechos bebieron un total de 5 botellas de vino y una de whisky.
Su relato de los hechos en la discoteca es el siguiente: “Necesitaba bailar, soy cliente frecuente y me dieron la mesa seis que por un tema de seguridad, tiene un lavabo cerca para no cruzar toda la discoteca. Primero vinieron dos chicas, que las invitó el camarero, y después llegaron la denunciante y sus amigas, que en ningún momento estuvieron incómodas”. “Estuvimos la denunciante y yo disfrutando. Cuando estábamos perreando ella me puso la mano en mis partes íntimas”, continuó Alves explicando en su declaración.
En ese momento, según Alves, se produjo el siguiente diálogo: “Le pregunté si venía al baño, ella me dijo que sí y no tuve que insistir para nada. Fui, me quedé un rato esperando, creí que no iba a venir. Ya me iba cuando vi que estaba entrando. Cuando entramos al baño, ella empezó a desabrocharme los pantalones, yo la ayudé. Ella se puso encima de mí y empezó a hacerme una felación. Yo la agarré por la cintura y, cuando fui a eyacular, traté de hacerlo fuera de su sexo. Luego le dije que no quería que saliéramos juntos. Yo no soy un hombre violento, para nada le agarré del pelo”.
Alves prosiguió entre sollozos: “Me enteré de la denuncia al día siguiente en un comunicado de prensa y entonces tenía dos cuentas y una conjunta con mi esposa… Cuando pago los 150.000 euros me quedo con 50.000, las cuentas embargadas en Brasil y penalizado por Hacienda”.
Tanto el ministerio público como la acusación particular rechazaron las explicaciones del exjugador en sus conclusiones. La Fiscalía destacó
Defensa
Entre lágrimas, el brasileño argumentó que no es un violento
que “subir a un reservado no implica interés sexual en la persona que acepta una copa. No luchó, es cierto, pero eso no implica consentimiento”.
Por su parte, la abogada de la denunciante explicó: “Me da igual que ella estuviera perreando o que le pusiera las nalgas, cuando ella dijo no es no. Y por eso se cambió la ley. El procesado sabía que ella no quería. Es un acto de humillación, la tengo abajo y estamos hablando de una chica de 23 años”.
Ambas letradas destacaron que “la versión de Dani es materialmente imposible que sea cierta, si se miran las huellas dactilares y lo que él ha explicado, que al llegar a casa entró y que su mujer estaba durmiendo. Su mujer dio otra versión. Relata que ni en eso se han puesto de acuerdo, ayer ella nos dijo que llegó y se tropezó con los muebles del cuarto”.
Otra versión
La Fiscalía y la abogada de la acusación insisten en que “ella dijo no”