“No quiero envejecer sobre la bici”
La noche es cerrada en el Hotel Estelar de Paipa. Nairo termina su sesión de masaje y acude a su cita con AS. Antes, Luisa, la encargada de todos sus actos en Colombia, busca un sitio apartado del gentío, porque Nairo no para de hacerse fotos ni de firmar autógrafos estos días.
—Este Tour de Colombia marca el inicio de su segunda etapa en el Movistar (la anterior
fue de 2012 a 2019). Cuando sale del autobús, acude al control de firmas... vemos que tiene hasta seis personas a su alrededor para protegerle dada la gran cantidad de aficionados que van sobre usted. ¿Cómo lleva esto?
—Bueno, poco a poco me acostumbré. Ya son casi diez años de experiencia y sabemos cómo tenemos que manejarnos. El cariño de la gente es desbordador, como ha podido ver. Hemos entregado todo nuestro corazón para ellos, hemos representado esta tierra por más de una década y la gente siente agradecimiento y simpatía.
—¿Valora más este cariño ahora después de haber estado una temporada sin competir?
—Siempre lo he valorado. El año pasado tuve todo el respaldo y todo el apoyo. Fueron los que me impulsaron para seguir pedaleando fuerte y hoy la emoción es compartida por todos.
—¿Cree que se fue injusto con usted?
—Pasaron las situaciones que pasaron, ¿no? Y si hoy volvemos al pasado es revivir dolores y molestias. Lo que prefiero es enfocarme en el futuro, en esta segunda etapa, en las competiciones que vienen y todo lo bonito que estoy viviendo y que quiero vivir.
—En Francia, publicaron recientemente noticias relacionadas con usted (al médico colombiano Fredy Alexander González Torres, que estaba en el Arkea en 2020, como Nairo, se le investiga “por posesión de una sustancia o método prohibido para deportistas”). ¿Le
cansa esta temática? ¿Le preocupa?
—Estoy verdaderamente fatigado. Lo que mi cabeza quiere pensar ahora es en disfrutar, ser feliz. Creo que hemos hecho cosas brillantes, muy
bonitas. Y también han pasado momentos difíciles en esta etapa de mi vida. Nada me preocupa, está todo solucionado, como han podido ver. Lo que deseo es llevar nuevamente a mi equipo a dar un paso más adelante con estos jóvenes que tienen un gran potencial.
—El 29 de agosto, la cuarta etapa de La Vuelta salió de Andorra, donde reside (junto a Colombia). Allí se le vio hablar con Unzue. ¿Si La Vuelta no llega a pasar por Andorra no estaría en el Movistar?
—Bueno, estuvimos hablando durante mucho tiempo, pero sí es verdad que en esa llegada a Andorra, en el segundo hogar, estuvo un poco más concreto y hubo más de acercamiento real para llegar a ese fichaje tan bonito y esperado que deseaban sobre todo los aficionados de Nairo.
—En España, su fichaje por el Movistar resultó una sorpresa. ¿Para usted también?
—Creo que fue sorpresa para todos. Hicimos una etapa inicial de ocho años, en la que tuvimos unos éxitos (Giro 2014,
La Vuelta 2016...). Estoy muy agradecido a Eusebio Unzue, que en 2011 vino aquí a Colombia, a mi casa, a firmar el contrato para lo que sería el cambio de la vida de Nairo.
—¿Por qué solo un año de contrato esta vez?
—Tanto por mí como también por el equipo. Tengo 34 años. No quiero envejecer sobre la bicicleta. Tengo dos hijos, tengo una familia y las empresas... iremos hablando.
—Ahora, con 18, 19 años, los corredores saltan al World Tour. ¿Qué le parece?
—Es un problema bastante grave. No estamos dejando que los niños sean niños, los estamos profesionalizando muy jovencitos. Eso va a hacer que el ciclismo sea demasiado prematuro.
—¿Qué pide Nairo Quintana a esta temporada?
—Felicidad. Quiero disfrutar sobre la bicicleta. Me encanta ganar carreras, estar con los mejores. Y eso me hace feliz. Por eso he retornado, independientemente de las victorias.
No estamos dejando que los niños sean niños, los estamos profesionalizando”