Fin de la sequía en Gijón
Un gol de Nacho Méndez da el triunfo al Sporting en un derbi polémico ● El Oviedo reclama dos penaltis
Hacía mucho que no llovía en Gijón, pero era mayor la sequía de triunfos del Sporting en el derbi. El agua apareció con intensidad en la Villa de Jovellanos y también volvió a ganar el equipo rojiblanco a su eterno rival. Fue con un golazo muy madrugador de Nacho Méndez, que pilló por sorpresa a muchos cuando todavía estaban acomodándose en su localidad.
A partir de ahí entró en juego la presión que ejerce en los rivales El Molinón para aguantar el tipo ante un Oviedo que fue mejor. Si no logró el empate fue por la falta de acierto o porque el VAR no sirvió esta vez para corregir al árbitro. El derbi tuvo emoción y jugadas polémicas tras el descanso.
Caídas. La primera fue una caída de Moyano en el límite del área por la entrada de Pablo García. González Esteban la vio fuera y descartó ir al monitor como más tarde, que tuvo que revisar un posible derribo de Varane a Paulino, más que dudoso. El colegiado vasco, al contrario de lo que suele suceder, se reafirmó en su decisión inicial y no vio penalti.
El Sporting se encontró con el gol casi de salida y le permitió encarar la primera mitad sin prisas. De hecho, estuvo mejor que el Oviedo los primeros 20 minutos del duelo. Fue lo que tardó el equipo de Carrión en cogerle el pulso al encuentro. Los azules fueron dueños del balón y tuvieron oportunidades para empatar. Paulino tuvo la mejor, pero no acertó a empujar un pase de Bretones (27’).
También Moyano acarició la igualada tras el descanso pero Pascanu, rapidísimo, no le dio opción a rematar. Fue pocos minutos después de que Christian Joel se luciera en una falta que lanzó Colombatto.
El Sporting tuvo dos momentos para ampliar el marcador. Villalba desperdició, de cabeza, un centro de Pascanu (50’) y Mario González no acertó a embocar el balón en la portería vacía en una contra de un córner que Leo Román subió a rematar. No hubo tiempo para más.