El Barça juega a la ruleta rusa
Dos puntos más vuelan de Montjuïc, donde salvó los muebles Lamine Yamal, dieciséis años, dos goles y el encargo de explicarse ante la prensa nada más acabar el partido. Se ve que ninguna vaca sagrada tuvo el decoro de dar la cara. Mejor, quizá. Lamine es con mucho lo más presentable de este Barça desnortado al que el Granada, un cuasidescendido, le llegó a puerta mucho. Al Barça le contraatacan sin barreras en estos últimos tiempos, lo vimos en los cinco goles del Villarreal y lo hemos vuelto a ver en los tres del Granada, que vinieron acompañados de más ocasiones. Al menos Montjuïc puede presumir de que allí hay garantía de ver goles.
Y eso que el VAR no puso objeciones al segundo gol de Lamine, el que hizo el 3-3, que empezó con un balón que le arrebató a Callejón de manera discutible. El empate deja al Barça a diez puntos del Madrid, pero creo que ya nadie piensa en eso. Si esta noche ganara el Ahletic en Almería, se situaría a tres puntos de los culés y de paso empatado con el Atlético, que cayó en Sevilla. Como el Girona se ha colado inesperadamente en la zona Champions y no parece que vaya a ser muy fácil desalojarle, se puede montar de aquí al final una curiosa pelea entre estos tres clásicos por dos plazas. Barça y Atlético ya no miran hacia arriba, sino hacia atrás.
El Atlético perdió, pero dejó mejores impresiones. Jugó muy bien la segunda parte, pero le faltó contundencia. Llegará, dijo el Cholo, y cuando más falta haga. Seguramente tiene razón, porque al equipo se le ve vivo, fuerte y con fútbol. Sólo que, como se quejó Oblak, a veces sale frío. Ayer le pasó y lo castigó Isaac Romero, hallazgo de Quique Flores en el filial, donde seguía con 23 años. Un toro que va a por todas, con el gol entre ceja y ceja. Luego el Atlético chocó, además de con su falta de puntería, con la energía del Sevilla, compacto y corajudo. Da la sensación de que Quique Sánchez ya ha reparado la máquina. Esto vuelve a parecerse al Sevilla.
El Atlético perdió, pero
dejó mejores impresiones. Jugó muy bien la segunda parte”