Un Navarro en contra
Robert, formado de niño en Osasuna y el mejor jugador de un Cádiz a la deriva, visita El Sadar sin nostalgia
Con los antecedentes a favor y un Navarro en contra. Así se dibuja el cartel de hoy en El Sadar. Por partes. Si hay algún equipo al que Osasuna le tenga tomada la medida, ese es el rival de esta tarde, el Cádiz. Los rojillos no ha perdido en ninguno de los últimos 17 encuentros, acumulando 11 victorias y 6 empates. El feudo navarro no se les da bien a los andaluces, quienes han perdido en las cuatro últimas visitas a El Sadar. Y es que los de Arrasate han ganado el 89 por ciento de los partidos ante el Cádiz en el torneo de la regularidad a lo largo de este siglo.
Pero ya se sabe que las estadísticas están para romperlas y es por eso que el entorno rojillo no quiere ningún tipo de confianza. Deberán estar atentos los locales, sobre todo en la primera mitad, porque es en este periodo en el que el Cádiz ha marcado el 80 por ciento de sus goles.
Y luego está el punto nostálgico para un chaval en esta cita. Los rojillos no deberán perder de vista a Robert Navarro, tal vez el jugador más en forma de los amarillos en estos momentos y que, curiosamente, comenzó a pegar sus primeras patadas al balón en Osasuna, antes de marcharse al Barcelona con 11 años. Su padre, Roberto, exfutbolista que actuó de mediocentro defensivo y central es navarro y su madre, Miriam, catalana. Nació en Barcelona y creció en Pamplona, hasta donde emigró su familia por motivos laborales. Dio sus primeros toques en la escuela del Barcelona, se formó como futbolista en Osasuna, para luego regresar a Can Barça, en los alevines, tras manejar ofertas de Madrid y Athletic. Vivió con sus abuelos maternos, en Sant Feliu de Llobregat, muy cerca de La Masia, donde además de entrenarse, comía y estudiaba. Después se fue al Mónaco y firmó con la Real, que lo ha cedido al Cádiz. Siempre ha confesado que su ídolo es Iniesta.
Frente a él, Arrasate y los suyos tratarán de darle todavía más valor a la victoria del fin de semana pasado ante la Real y encadenar dos triunfos por primera vez este año.
Mientras, el Cádiz va de final en final cada vez que juega en Liga. A pesar de enlazar 20 partidos sin ganar, sigue teniendo en su mano los puestos de permanencia (ahora lo marca el Celta, a tres puntos). Se espera algún cambio, pero no una revolución. Uno cantado estaría en la entrada de inicio de Juanmi, por Alejo, algo impreciso ante el Betis, así que Pellegrino podría optar por dar la entrada al de Coín en busca del ansiado gol.
En crisis Los amarillos acumulan ya 20 partidos de Liga sin ganar