Modric resiste
El croata regresó a la titularidad en Vallecas y, a pesar del complicado contexto, no baja los brazos
Luka Modric no baja los brazos. No lo ha hecho nunca. Tampoco ahora, en la temporada más atípica, y complicada, de su carrera. Las titularidades se han convertido en agujas en un pajar de dudas. Pero cuando la encuentra, Luka sigue tratando de hilvanar fútbol. Como en Vallecas. Sin ser el encuentro más brillante, personal y colectivo, el de Zadar fue “el más lúcido con el balón”. Palabra de Ancelotti, que no escatimó en elogios para con el 10: “Ha jugado muy bien, lo ha intentado de todas las maneras. Ha intentado buscar pases, su posición en el campo fue buena”. También lo dicen los números: fue el jugador que más ocasiones creó (tres), más centros intentó (nueve), más regates completó (tres, empatado con Vinicius y Brahim) y el segundo que más pases acertó en el tercio final del campo (14). No se rinde.
El Rayo despertó con el empate de RdT. Un impulso energético que complicó la vida al Madrid. Desconectado en el tramo final de la primera parte, también Modric sufrió la inhibición general. Pero fue en la segunda cuando sacó a relucir su pundonor balcánico. Para revertir la situación de su equipo, con mayor o menor éxito, y la suya. Ahí comenzó a aglutinar protagonismo. De ahí el goteo de centros, los regates para romper líneas, los envíos filtrados. Sólo Nacho (87) y Valverde (74) superaron sus 72 intervenciones. Vallecas resucitó la Liga y Modric, aunque sin el rédito de otras ocasiones (ninguno de sus pases fue decisivo), buscó que también sea su desfibrilador.
No quiere regalos. “Mi condición para quedarme era que me trataran como un jugador competitivo, no que me mantuvieran por méritos pasados”. Lo afirmó en septiembre. En un parón de selecciones, convirtiendo a Croacia en su altavoz. Ahí empezaban a tensarse las orejas del lobo. Ahora, la anomalía, las suplencias, se ha tornado normalidad. Entre el derbi, el Girona y Leipzig, 36 minutos. Los 87’ del domingo son el oasis. Modric entra en la zona Cesarini de su contrato, pero la situación respecto a años previos es antónima. La decisión será suya, pero Luka quiere jugar. Lo demostró en Vallecas.
Ancelotti
“Fue el más lúcido con balón (ante el Rayo), ha jugado muy bien”