El Pucela vuelve a sonreír
El tanto de Monchu y los dos de Amath sentenciaron ● Alemao pudo empatar con 1-0, pero remató al palo
El Real Valladolid volvió a la senda de la victoria pasando por encima de un Oviedo que no fue el equipo que venía siendo gracias al buen partido de los blanquivioleta, que desactivaron al equipo de Carrión. Un gol de Monchu en la primera parte y dos seguidos de Amath, en la segunda, acabaron con un duelo, donde también hubo polémica en la grada. El Pucela, otros días atenazado por la presión de necesitar ganar, fue capaz de salir muy concentrado al partido. Pasados los minutos de tanteo donde Colombatto puso a prueba a Masip en un centrochut, los blanquivioleta tomaron el mando, buscando el desborde de Amath por la derecha y Biuk por la izquierda, pero sin conseguir llegar con claridad al área de Román hasta que una jugada por la derecha entre el senegalés y su lateral, Luis Pérez, acabó con un buen centro de éste que se comieron Luengo y Viti, más pendientes de Juric que del balón, y el esférico le llegó a Monchu, que controló con tranquilidad y marcó. Era el quinto tanto del mediocentro balear que parece recuperar sensaciones después de un par de meses en los que el equipo sufrió su bajón. Porque Monchu no sólo marcó, sino que participó más en el juego de ataque de su equipo y fue el primero en trabajar en defensa. Y es que los pucelanos se esmeraron en torpedear las asociaciones por dentro de los de Carrión, que apenas fueron capaces de acercarse a Masip. Sólo en la última jugada de la primera parte, tras un córner, el meta falló en la salida y Alemao, que no esperaba el error, tardó en poner la bota y cuando contactó con el balón lo mandó al palo.
La segunda parte comenzó con un susto para los blanquivioleta. Un balón filtrado entre centrales dejó a Moyano solo ante Masip, pero su disparo se fue fuera. Entonces llegó el momento Amath. El senegalés, que venía de marcar en Gijón, hizo un par de goles en dos minutos. En el primero Biuk hizo una bonita jugada por la izquierda y le puso un balón estupendo en la cabeza para que el canterano pucelano marcara. El partido se terminó en la siguiente jugada. Juric robó el balón en la salida del conjunto asturiano y cedió el esférico al senegalés, que mandó el balón a la escuadra. El partido estaba sentenciado, pero en la grada las protestas contra Pezzolano y Ronaldo subían de tono.
Oviedo Un equipo asturiano poco reconocible fue desactivado