Tormenta Vingegaard
El danés gana bajo la lluvia gallega para lograr su primer triunfo del año
Temporal en Galicia. Hasta el pasado miércoles, el sol lucía cada mañana en tierras gallegas. “Galifornia”, llegaban a bromear los locales. Fue arrancar O Gran Camiño, desde el jueves, y el cambio radical en el clima, que no por esperado deja de ser un factor importante más en la carrera, apareció. Viento, que provocó que la crono inaugural en A Coruña no tuviera efectos para la general, y lluvia y frío ayer, en tierras lucenses. También hubo una tormenta en el pelotón y que, como el aguacero, tampoco cogió de sorpresa a nadie.
Fue Jonas Vingegarad (27 años), ganador de los dos últimos Tours de Francia, el que logró su primera victoria de la temporada en O Gran Camiño, una carrera que domina al dedillo. Cinco victorias en dos ediciones (tres etapas y la general en 2023 y la jornada de ayer). Salvo hecatombe, no será la última victoria del corredor del Visma en la temporada. Es más, tal vez tampoco es la última de la semana. Carreteras estrechas, bellos paisajes por los viñedos de la Ribeira Sacra, con un sube y baja constante y cuatro exigentes ascensiones.
Vingegaard y Bernal empezaron activos, tratando de buscar la fuga, y no les dejaron. No les afectó demasiado, porque finalmente ocuparon las dos primeras posiciones de la etapa, pero muchas cosas pasaron entre medias. Fuga, con un nutrido grupo de españoles, que tuvo en Azparren y Molenaar los últimos supervivientes.
En la segunda y última subida a Alto de San Pedro de Líncora, Vingegaard se quitó el chubasquero. Por entonces, Carlos Rodríguez ya estaba lejos (cedió nueve minutos). Jonas hizo un primer ataque a 6,7 km del final. Solo Cepeda y Bernal aguantaron. El segundo y definitivo llegó a 3,7 km. Nadie siguió su rueda. “Es para estar feliz”, dijo en meta el triunfador, con los ojos hinchados por el frío. Hoy, tercera etapa con Vingegaard de amarillo por Ourense.