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Nico Paz encuentra la varita y aleja al Castilla del infierno

Valdebebas aplaude a Pedro León

- SERGIO LÓPEZ /

Así se cierran las crisis, con un derechazo al mentón que firmaría Topuria. No valdrá un cinturón, pero sabe a oro. El Castilla llevaba tres derrotas seguidas, cuatro partidos sin marcar y únicamente una victoria en los últimos nueve combates. No sólo estaba herido, también asustado. Porque veía que en semanas había pasado de asomarse al playoff... a ponerse a cuatro del descenso. La situación estaba pasando de castaño a oscuro. Mayday.

Y al rescate acudió Nico Paz. Tras una primera parte famélica (el filial hizo cero disparos), halló su varita. Sabit perdió un balón en campo rival y propició una contra mortal. Recibió Nico... y galopó, galopó y galopó sin mirar atrás. Fue haciendo retroceder a la zaga y cuando se asomó a la frontal, soltó un derechazo al palo corto. Golazo y grito de rabia. Minutos después puso el segundo de falta: sutil, por encima de la barrera y con roce en el poste. Llevaba 83 días sin marcar. Los mismos que el filial sin ganar en casa. Doble truco y adiós al embrujo.

Ese zarpazo empañó lo que había pasado segundos antes: Pedro León volvió a Valdebebas. Salía de lesión y tuvo media hora. Al saltar, el cariño se hizo protagonis­ta: aplausos y agradecimi­ento de vuelta. Estuvo una temporada en el Madrid (2010-11), aunque fue un infierno, consecuenc­ia de su nula relación con Mourinho. Aquel “habláis de Pedro León como si fuera Zidane o Maradona”, sumado a los pocos minutos, le hizo polvo. Tiempo después reconoció haberse sentido “humillado”. Duró 412 días, un curso. Y volvió al Getafe. Ahora, con 37 años, sueña con ascender al equipo de su tierra.

Cornada. A partir del 3-0 de Víctor Muñoz el partido tuvo más corazón que cabeza. Nico Paz regaló el cuarto a Gonzalo y José Ángel Carrillo, a orillas del descuento, puso el 4-1 con una chilena espectacul­ar. La guinda llegó en forma de cornada: Álvaro Rodríguez aprovechó un fallo de la zaga y un rebote en su chut para sacarse la espinita propia (no marcaba desde el 16 de diciembre). El Castilla se aleja de las llamas de un infierno que empezaba a sentir. Lo tenía a cuatro puntos. El Murcia regresa tras sufrir un rapapolvo y queda en tierra de nadie. El KO, ayer, lo firmó un Castilla que vuelve a latir. Desfibrila­dor Nico Paz. Quién si no.

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Los jugadores del Castilla abrazan a Nico Paz tras marcar, ayer, frente al Real Murcia.

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