Debut amargo
El Mónaco se lleva la victoria del Palau en la noche del regreso de Ricky ● El base jugó 11 minutos, con cinco puntos, dos rebotes y una asistencia
Ya era evidente antes del partido, por trayectoria y juego, que el Mónaco es uno de los mejores equipos de la Euroliga. Y tras la victoria en el Palau, contundente en juego y resultado, se postula como uno de los favoritos para estar en la Final Four. Los monegascos amargaron el debut de Ricky en lo deportivo, pero no en lo anímico. Regresó al Palau 12 años después, arropado por amigos, familiares y una afición que confía en él. Todavía tiene muchas noches por delante para jugar en el Palau y seguro que más de una será de gloria. Ante el Mónaco, sin embargo, fue aciaga.
Todos los focos del partido estaban puestos en dos hombres. El primero, protagonista indiscutible de la noche, Ricky Rubio. El segundo, potencial máximo anotador de toda la historia de la Euroliga, Mike James. Pero el partido arrancó sin que ninguno de los dos hiciera justicia a las expectativas levantadas. El primero porque no jugó en los primeros diez minutos, el segundo porque estuvo más que desacertado.
Y lejos de los focos vivió cómodo el Barça, con Laprovittola de líder, en un partido que dominó al inicio: 7-0 de salida, 12-4 a mitad del cuarto tras varias defensas excelentes. En una segunda parte de cuarto mucho más lenta, las diferencias se redujeron.
No fue, pues, hasta el segundo cuarto cuando llegó el gran momento. El redebut de Ricky. Recibió la primera ovación de la noche cuando fue presentado, la segunda cuando se levantó del banquillo y la tercera cuando entró a pista. Con un quinteto conocido, pero muy inconsistente. Y no precisamente por culpa del base. El de El Masnou movió bien el balón, generó tiros abiertos para sus compañeros y anotó una canasta. Pero el Barça estuvo flojo de tres. De la mano de Okobo, además, el Mónaco llegó a ponerse muy cerca. La dinámica del partido, sin embargo, ya había cambiado. Y continuó tras el descanso.
Abrieron el camino los once puntos de Strazel y los continuaron los ocho consecutivos, en menos de dos minutos, de Motiejunas. A la fiesta, además, se unió Mike James, que conectó con Hall (46-52). Los problemas por dentro del Barça, especialmente con Willy, fueron una mina para el Mónaco. Dispusieron de multitud de segundas acciones. Y los azulgranas no tuvieron el día desde el triple. Ni siquiera la entrada de Ricky mejoró a un Barça negado (51-60).
Tenían los azulgranas una tarea nada sencilla por delante en el último cuarto y desperdició los primeros minutos. A seis del final, le quedaban todavía once puntos por remontar. Y ya estaban en bonus, con un arbitraje riguroso. Nada que hacer pese a los esfuerzos de Vesely. Los de Grimau se precipitaron buscando triples, tampoco tenían otra alternativa, mientras que el Mónaco alargó lo suficiente los ataques como para no ver peligrar su 17ª victoria.
Cariño
Ricky fue aplaudido y arropado por una afición que confía en él