Benítez: “Diakhaby tiene que ser fuerte psicológicamente”
El central se operará en Lyon
Mouctar Diakhaby se operará este jueves en Lyon (Francia). El central, que lo primero que hizo nada más abandonar la clínica de Valencia donde estaba ingresado desde el sábado por la noche fue pasarse por Paterna para saludar y despedirse de sus compañeros, ha elegido operarse de su ciudad natal y dejar la intervención de su rodilla derecha en manos del doctor Bertrand Sonnery-Cotet, como en su día Benzema, Fekir, Ibrahimovic, Ansu Fati o Agüero.
“Así es la vida, estoy tranquilo; tengo mucha confianza en los médicos de Valencia, pero en Francia está mi casa y mi familia y quiero estar con ellos”, comentaba Diakhaby, que tiene por delante meses de recuperación, como bien lo sabe Miguel Ángel Benítez (Santísima Trinidad, 1970).
“Se me erizó la piel cuando vi la lesión de Diakhaby. Es lo más parecido que he visto en mi vida a lo que yo sufrí en la rodilla”. Estas son las primeras palabras que pronuncia el paraguayo Benítez cuando atiende la llamada de AS desde su país. La lesión de Diakhaby impactó al mundo, pero sobre todo a esos jugadores que pasaron por situaciones similares en los que un día el fútbol les dio un golpe duro.
Benítez habla con propiedad. El paraguayo, ex del Atlético y el Espanyol, se destrozó la rodilla en el año 2000. El calvario del guaraní empezó en el Calderón. Una dura entrada de Celso Ayala le dejó 18 meses sin jugar. En peligro, su carrera. Y hasta su pierna. “Casi me tuvieron que amputar porque se me hinchó como un balón de baloncesto y la sangre apenas circulaba por esa parte. A mí muchos me retiraron”, señala Benítez, quien todavía se estremece cuando recuerda una de las lesiones más graves de rodilla que se han dado en la historia de Primera División.
Benítez “reza” para que Diakhaby no reviva su calvario. El jugador del Valencia sufre una luxación en la rodilla y ayer ya se le vio, al menos, moverse con muletas. “Yo tardé casi un año y medio en jugar. Tuve ocho cosas afectadas en la rodilla. Me tuvieron que operar dos veces. Además, estuve ¡45 días! ingresado antes de poder pasar por el quirófano”, recuerda Benítez. Al internacional paraguayo le operó el doctor Cugat en Barcelona. “A mí me tuvieron que reestructurar el ligamento con un injerto de banco, de un fallecido, me dijeron los médicos”, añade Benítez a su drama.
El aspecto “psicológico” es clave para superar una lesión de esta gravedad. “Yo le metí muchas horas de rehabilitación, me sacrifiqué mucho. Me torturaron durante un año y cuatro meses. Hay que pasar por mucho dolor para superarlo. He conocido muchos compañeros que han dejado la profesión porque no aguantaron el dolor. Si psicológicamente no estás bien, te pueden retirar”.
Benítez
El guaraní relata su calvario tras una lesión similar a la de Diakhaby