“París es un sueño que me arrebataron en Tokio” Carolina Marín
La campeona olímpica inicia hoy la recta final hacia su segundo oro en el mismo pabellón en el que se disputarán los Juegos. El año pasado, en su primera temporada completa tras destrozarse la rodilla, volvió a brillar.
A dos meses de Tokio (en 2021), Carolina Marín se destrozaba la rodilla izquierda. Ahora, a cuatro meses de París, no siente vértigo. “Aún lo veo un poquito lejos”, dice la campeona olímpica. Habla con AS antes de encerrarse para preparar su primer torneo de la temporada, el Open de Francia. Tras una gripe que retrasó sus planes, hoy, debutará contra la estadounidense Beiwen Zhang (sobre las 11:00, por BWF TV) en el mismo pabellón en el que disputará los Juegos, el Arena Porte de la Chapelle. Acompañada por todo su equipo, realizará un simulacro de lo que está por venir.
—Tras la gripe, ¿cómo está?
—Las sensaciones de estas últimas semanas son muy buenas. Ya hemos bajado la carga y es pura preparación para los torneos que tengo en marzo. Me siento bien en general. Sé que voy a llegar a París en buen estado de forma.
—Empezar una temporada sin dolor en esa rodilla. Qué maravilla, ¿no?
—Bueno, dolores siempre hay. Los de antes ya son cosa del pasado, pero el deportista concilia con las molestias.
—En las semifinales del Mundial, como dijo en AS, sí sintió dolor. ¿Se repitió después?
—En ese partido tuve muchísimo dolor. Aguanté como pude. Cuando acabé, menos mal que mi fisio estaba esperándome. Con la mirada, él ya sabía cómo me encontraba. Tras las vacaciones, no volvió.
—¿Cómo me puede hacer sentir ese dolor?
—No sabría describirlo (risas). En ese partido, por ejemplo, al salir, tuve que apoyarme en una chica. No podía ni llevar el raquetero. Tras atender a la prensa, tenía la pierna encogida. No era capaz de estirarla.
—¿Cómo valora su primer año completo tras la lesión?
—Saco cosas positivas y otras tantas a mejorar. Mentalmente, ha habido muchas subidas y bajadas. No es fácil querer seguir después de tanto tiempo. El cuerpo tiene sus límites.
—Con esto que me cuenta, ¿cómo explica sus platas en los Mundiales y en las Finals?
—Con ambición y motivación. Sin eso, sería imposible aguantar tantas horas de entrenamiento después de 17 años, tantos dolores y tantas noches sin dormir por todo ello.
—A veces, se le compara con Nadal. ¿Con París como posible cierre de oro a dos carreras de éxitos y lesiones, es más acertado que nunca?
—Bueno (risas), no me gustan mucho las comparaciones. ¡Estamos hablando del mejor deportista español de la historia! Para mí, París es un sueño que me arrebataron en Tokio por haberme roto la rodilla. He querido sacar esa motivación para luchar por ese oro. A día de hoy, lo tengo mucho más complicado que en los Juegos de Tokio, pero no es imposible.
—De momento, partirá desde el mismo pabellón de los Juegos. ¿Será un simulacro?
—Sí. Voy con todo el equipo. Con mi preparador físico, mi fisio, mi psicóloga y mis dos entrenadores principales. Fernando (Rivas) estará con el equipo francés (en los Juegos), pero también con nosotros. Queríamos que María (Martínez, la psicóloga) viniera porque la idea es que todos podamos visualizar ese pabellón y esa pista de cara a los Juegos.
Resiliencia
“No es fácil querer seguir después de tanto, el cuerpo tiene sus límites”
Ambición
“El oro es mucho más complicado que en Tokio, pero no es imposible”