Colosal Mbappé: llegó, vio y venció
Luis Enrique decía estar preparando el PSG para cuando Mbappé les falte, pero eran experimentos con gaseosa. La Real le pegó al campeón francés un atragantón en París y no era cosa de reservar en Anoeta a la estrella del momento. Así que le sacó y le colocó en su zona de confort, la banda izquierda, y él lo agradeció presidiendo y resolviendo el partido, en el que todo gravitó en torno a su presencia imponente. Valdano se refirió a él como “una mina vagante”, una metáfora bonita y precisa. Marcó dos goles de los suyos, liquidando la eliminatoria antes de lo que hubiéramos querido. El madridismo, que lo siente ya como propio, apagó la tele feliz.
Jugó bien el PSG, con la sorpresa de Dembélé como cuarto medio en una función pululante que resultó útil a los suyos para el manejo en el medio campo. Es el mismo PSG que en la quinta jornada de la fase de grupos se vio fuera de la Champions, a la que le reenganchó un penalti trucho en el 96,’ para cólera del Newcastle, pero ahora tiene un aire de seguridad que permite meterle en el paquete de candidatos. La Real cayó ante un equipo grande, sirva de consuelo. Y cayó con grandeza, sin rendirse, con un largo apretón final en busca del gol del honor, que finalmente consiguió por medio de Merino. Su público agradeció con emocionante cariño ese esfuerzo.
Esta noche le toca al Madrid, que se trajo de Leipzig un estupendo 0-1 que no debe engañarnos. El equipo alemán flojea atrás, pero en ataque es tremendo. Ya se vio allí, donde Lunin despejó de una vez por todas las dudas que sobre él ha tenido desde primera hora Ancelotti, al que le ha costado convencer. El 0-1 es un bonito punto de partida, pero no un seguro de clasificación. Bellingham, a la espera de sanción en LaLiga por su “fucking goal” al inconsistente Gil Manzano, podrá jugar sin guardarse nada. Las dudas están entre Tchouameni y Nacho para acompañar a Rüdiger y Brahim o Rodrygo para el ataque, dado el crecimiento del primero.
La Real cayó ante un equipo grande, sirva de consuelo. Y cayó con grandeza, sin rendirse”