Una clasificación y cinco avisos
El Madrid alcanzó los cuartos de Champions, pero la eliminatoria ante el Leipzig deja interrogantes
El Madrid se embolsó ante el RB Leipzig el billete a cuartos de la Champions. “Misión cumplida”, como bien expresó Nacho. Pero el empate ante los de Rose expuso carencias que el equipo viene arrastrando en las últimas semanas.
► Motor gripado. El Madrid de principios de temporada era contundente, casi impecable. Ahora se atasca. En los 28 primeros partidos, sólo pinchó (tres empates y una derrota) en cuatro, mismo número de tropiezos de sus últimos siete. Si miramos con lupa más cortoplacista, los últimos cuatro partidos se han saldado con un triunfo (Sevilla) y tres empates (Rayo, Valencia y Leipzig). El equipo ha perdido pólvora: seis goles en los cinco partidos tras golear al Girona (4-0), su peor racha de la temporada, tras promediar, por momentos, tres dianas.
► Tchouameni no funciona. Ancelotti encontró en Tchouameni una solución como central ante la emergencia. Un recurso que en defensa le ha funcionado, pero que en el centro del campo no encuentra sitio. Ante el Leipzig, de los tres de la media fue, ponderando minutos, el que menos duelos afrontó (siete). Sólo ganó uno. En cambio, fue más determinante en tareas defensivas: recuperó siete balones y despejó otros cuatro, líder del equipo en ambos apartados.
► Rodrygo, chispa en medio de la duda. Fue el damnificado del planteamiento. Carletto superpobló el centro del campo y Rodrygo, al banquillo. Por primera vez en un duelo de enjundia. El de Osasco lleva 13 goles y ocho asistencias. Números importantes, pero demasiado espaciados. Tras marcar diez en 13 encuentros, lleva sólo uno (Girona) en 11. Quizá el aviso ante el Leipzig sea un paso atrás para dar dos adelante. En medio partido remató a portería más que nadie en el Madrid (dos) y sólo Valverde (tres) superó sus dos ocasiones creadas. Eso sí, faltó el gol. Y ello no disipa la duda.
► Baja tensión. “El partido ha sido malo. Mal jugado. Con poca intensidad, poca preocupación. Jugamos con el freno desde el principio”. No hay mayor y más certero resumen que el de Ancelotti. Al Madrid le faltó actitud, más allá de planteamientos. El Leipzig remató casi el doble (20 a 11), superó a los blancos en pases en el último tercio (127 a 123) y, en definitiva, olfateó más la gloria (los energéticos, 1,13 goles esperados; el Madrid, 0,69). El club blanco no está en su mejor momento, ni físico ni anímico. Internamente son conscientes y miran con anhelo al parón.
► Laterales sin alas. Si había una marca registrada del Madrid a comienzo de curso, más allá de Bellingham como eje de todo, era el vuelo de los laterales. Pero han perdido las alas. Ni Mendy ni Carvajal fueron amenazas para el Leipzig. Más natural en el francés, más sorprendente en el español. El mejor ejemplo, el contador conjunto de centros, intentados o exitosos: cero. Ancelotti les necesita con colmillo para volver a volar.
Tropiezos
Mismos pinchazos en los últimos 7 partidos que en los primeros 28
Ancelotti
“Jugamos un partido con poca intensidad, con el freno echado”