Marsella, la pesadilla d
El Olympique abusa del Villarreal y sentencia la eliminato
EI Villarreal, salvo milagro, está fuera de Europa. El Submarino fue víctima del desacertado planteamiento de su entrenador y de sus propios errores. Demasiados y algunos groseros. Y esto en Europa es sinónimo de descalabro. Fueron cuatro pero pudieron ser más. Marcelino revivió otra pesadilla en Marsella, esta distinta a la que vivió en sus tres meses en el Olympique, pero aún más dolorosa. Su puesta en escena fue errónea. Sus jugadores no supieron interpretar lo que quería su técnico y además, cuando lo cambió todo a la desesperada, tras el descanso, el máximo goleador de la historia y de la actual Europa League, Aubameyang, le machacó con un golazo.
Marcelino se imaginó un partido totalmente distinto al que sucedió en el Vélodrome. Con cuatro centrales, el Villarreal salió claramente a defender la salida en tromba del
Olympique, azuzado por una atronadora afición. Y salir a defender y que tus defensas hagan todo menos precisamente defender, es un mal negocio. Tanto, que a los 40 minutos de una eliminatoria de 180 todo estaba sentenciado.
Todo se torció en los minutos que fueron del 20 al 40. Gasset detectó las grietas y ordenó que Harit percutiera a Mandi; y Sarr y Clauss, a Cuenca. Así llegó el primer gol. Ndiaye ganó un duelo en el área a Bailly, se quedó el balón y, ante la pasividad de la zaga amarilla, cedió a Clauss que la puso en la cabeza de Veretout, a dos metros de la líneas de gol
El Villarreal cortocircuitó y poco después Harit siguió abusando de Mandi. Su centro no parecía peligroso pero un auténtico pin-ball dentro del área acabó con un autogol de Mosquera que mandaba al Submarino a la lona. Y de ahí no se levantó. El Olympique volaba y otra vez Ndiaye, en jugada personal, estuvo a punto de hacer el tercero. Lo evitó Reina.
El Villarreal pedía a gritos el descanso y la afición del Vélodrome olía la sangre. Sarr le insistió con su larga zancada por la derecha, le ganó el duelo a Mosquera y este lo arrolló. Aunque el árbitro no vio penalti, ahí estaba el VAR para clavar la tercera daga en el corazón castellonense. Aubameyang no perdonó.
Sin esperanzas. En el descanso se desdijo Marcelino y dio entrada de golpe a Alberto Moreno, Parejo y Sorloth. Y en la primera jugada pudo cambiar todo. Sorloth se adelantó al defensa. Habían cazado al noruego. Parecía penalti. Pero la falta fue fuera por unos centímetros. Era un querer y no poder y llegó el estacazo final. Aubameyang recibió un balón escorado en la izquierda, parecía controlado. Pero el gabonés se sacó una vaselina que superó a Reina y el balón entró tras dar en el poste. A la jugada siguiente, Alberto Moreno fue expulsado. Reina salvó el quinto de Sarr, por dos veces.