Schick evita la primera derrota de Xabi en el 92’
El Leverkusen empata ante un sorprendente Qarabag
El Leverkusen también parece haberse abonado a la épica en la Europa League. Después de decidir numerosos partidos en la Bundesliga sobre la bocina, el conjunto dirigido por Xabi Alonso rascó un 2-2 de su visita al Qarabag gracias a un tanto de Schick en el 92’. Estuvo a punto de sufrir el Bayer su primera derrota de la temporada al verse 2-0 por detrás al descanso, pero los cambios del técnico español activaron a los suyos en el segundo periodo y fueron claves a la hora de cerrar en tablas un partido en el que Borja Iglesias partió de titular, pero sigue esperando su primer tanto con la camiseta renana.
Xabi concedió descanso a prácticamente todo su once titular y no tardó en arrepentirse. El tolosarra se quedó en shock bajo el chaparrón de Bakú cuando vio cómo el Qarabag le pasó por encima a su equipo como ningún rival lo había hecho en lo que iba de temporada. El cuadro azerí le discutió la posesión, se mostró más vivo que los alemanes y, arriba, hizo mucho daño por medio de Juninho, que fue una pesadilla para Tah, al que le temblaban las piernas cada vez que le encaraba el brasileño.
Pasado el ecuador de la primera mitad, el Qarabag se lo terminó de creer y, tras un disparo al palo de Jankovic, obtuvo su recompensa. Juninho le robó el cuero a Tah, se plantó en el área y le sirvió el primero en bandeja a un Benzia que fusiló a Kovar. Fueron a por más los locales. Y lo consiguieron en un mano a mano de Juninho con Kovar que resolvió por medio de un toque sutil, haciendo botar el esférico justo antes del guardameta para que le pasara por encima de la pierna y pudiera empujarlo a portería vacía. Golazo.
Xabi no se lo pensó dos veces y dio entrada a Frimpong, Xhaka y Wirtz para ir a por la remontada. Se vio otro Leverkusen. Volvió a ser ese equipo reconocible que espera el error de su rival para castigarlo. Y así fue. Una pérdida incomprensible del Qarabag dejó a Wirtz solo ante Lunev y al crack no le tembló el pulso a la hora de picarla por encima del portero. El Bayer fue con todo a por el segundo y empató el duelo gracias a un cabezazo de Schick. Por los pelos.