El Madrid se agobia
Los blancos caen ante el Fenerbahçe y encadenan tres derrotas en la Euroliga ● Jasikevicius domina 21-18 los cara a cara
Jasikevicius, enemigo íntimo del Madrid, volvió a levantar un puño metafórico en el Palacio en señal de victoria (domina 21 a 18 en los cara a cara con el equipo blanco). El lituano ya ha ganado al Real con tres clubes diferentes, el Zalgiris, el Barça y ahora al frente del Fenerbahçe, con el que lleva 11 victorias en 15 jornadas. Emerge como uno de los candidatos a pelear el trofeo.
El Madrid, tras el éxito de la Copa y el parón de las Ventanas, parece haberse tomado un respiro competitivo mientras trata de recuperar la rutina de los entrenamientos. Decíamos, cuando faltaban 9 jornadas, que jugaría el playoff, e incluso podría tener la ventaja de cancha, si caía en todos los encuentros que restaban. De momento, ya van tres seguidos: en Milán y luego contra el PAO y el Fener en casa, donde andaba invicto.
En el Madrid, un desacierto extremo (2 de 14 en triples, aunque iba 0 de 10) y ansiedad por una remontada que no llegaba. Y no llegó porque el Fenerbahçe tuvo una actuación muy seria atrás y solvente en ataque, donde atrapó 17 rebotes (30 a 45 en el total). Pocos vaivenes que reforzaron su sensación de solidez con otra partido redondo de Nigel Hayes, ex del Barça, que venía promediando 32 minutos y jugó… otros 32 con 17 puntos y 12 rechaces. Buenos momentos del joven Biberovic y superioridad de Calathes sobre Campazzo y el Chacho. El griego y el argentino se engancharon a 52 segundos del final del tercer cuarto, pero cerraron la noche con un abrazo.
En los peores momentos, Llull trató de liderar, de empujar la nave; el desatino era muy grande. Las faltas borraron a Tavares, vimos algo de Hezonja, de Musa y… poco más. El mejor Madrid había aparecido de salida y en el inicio del tercer cuarto, cuando cambió el paso: más pegado atrás y más vertical para encarar el aro ante el desacierto en el tiro. Limaba poco a poco la desventaja (49-52), muy despacito porque el Fenerbahçe mantenía una línea muy firme. Tanto, que aprovechó la cuarta de Tavares en un bloqueo para rehacerse: Hayes clavó un triple, el Facu erró en la réplica y Calathes acertó con la bandeja. En pleno pique, Calathes se cruzó en una carrera delante de Campazzo, este se lo recriminó y, cuando la acción se paró, se engancharon. Dos antideportivas, una para cada uno, y dos técnicas, una a cada banquillo.
En el minuto 32, Llull acertó con el primer triple. Daba igual, la ansiedad perseguía a los blancos y esa agitación se traducía en errores: 64-81, jaque mate.