Rodrygo pide su lugar
El brasileño fue la primera solución a la que se encomendó Ancelotti ante el Leipzig y el equipo notó su presencia en el ataque
La temporada de Rodrygo no tiene término medio. Tan pronto atraviesa una sequía que parece no tener fin, como de repente emana de sus botas un torrente de goles. El paulista está en una fase de las primeras. En lo que va de 2024 sólo ha materializado tres dianas en 15 encuentros. Pero si hay un escenario que a Rodrygo le devuelve la chispa como a ningún otro ese es precisamente la Champions. Su suplencia ante el Leipzig puso el foco sobre el de Osasco, pero su entrada en el descanso fue un soplo de aire fresco en el anodino tono general que dio el equipo.
El brasileño –que es el único, junto a Valverde, que ha jugado los 39 partidos de la temporada– ha tenido tres fases diferenciadas. Un arranque en el que, pese a anotar el tanto inaugural del Madrid en San Mamés, el gol le fue esquivo. Necesitó 39 remates para hacer sus dos primeros goles. Pero dio un paso al frente cuando el Madrid más lo necesitaba. Casi coincidiendo con la lesión de Vinicius, una ausencia que le brindaba la oportunidad de jugar por el perfil izquierdo, Rodrygo encontró la pólvora. Le entraba casi todo: 8 dianas de 27 remates en 8 encuentros. Muchos de ellos decisivos.
Con el cambio de año, y el regreso de Vinicius, se ha vuelto a aquella versión de Rodrygo en la que remata con menor frecuencia (33 intentos en 15 partidos) y le cuesta más marcar. Sólo tres goles.
Ancelotti ratificaba en la previa la confianza que tiene en su jugador. “El de Rodrygo es un momento bueno por su juego, su trabajo y su compromiso. Está poco acertado en la finalización, pero esto ya ha pasado. Si esto no nos ha preocupado antes, no nos va a preocupar ahora”, afirmaba.
Objetando sus palabras, en el único cambio que hizo Ancelotti en el once respecto al de Mestalla, el sacrificado fue precisamente Rodrygo. Pero también fue él la primera solución a la que recurrió Carletto como revulsivo. Y lo fue. El paulista estuvo muy activo, fue el mejor de los blancos y sólo le faltó poner la guinda con el gol en alguna de las tres ocasiones que tuvo (el que más del Madrid, en sólo 45 minutos) ante Gulacsi. A Rodrygo sólo le falta el gol. Cuestión de rachas.
Sombras...
Su balance de 2024: 15 partidos, 33 remates y sólo 3 goles
... y luces
Tuvo tres ocasiones y generó otras dos ante el Leipzig