Las torres gemelas de Nava
Gedeón e Isaías Guardiola, dos Hispanos gemelos de más de dos metros, se unen en Nava de la Asunción, un pueblo de 2.000 habitantes
Nava de la Asunción (Segovia), de poco más de 2.000 habitantes, es una especie de aldea de Astérix en el mundo profesional del deporte, que compite en la máxima categoría del balonmano. Desde ahora puede presumir de que también tiene dos internacionales españoles en su plantilla, los hermanos Guardiola, Gedeón e Isaías (39), alicantinos y gemelos de 2,01 y 2,02 metros respectivamente, que debutaron juntos la semana pasada en la pista navera.
Julián Mateo, presidente del Viveros Herol Nava, tenía claro que fichar a Isaías el pasado junio, “era un salto de calidad para el club y para la población, un deportista internacional”. Ahora también ha fichado al hermano, Gedeón, capitán de los Hispanos, campeón del mundo, de Europa y medallista olímpico que se convertirá en el primero del club convocado por Jordi Ribera (para el Preolímpico de la próxima semana).
El culpable de que Gedeón haya llegado a Nava es su hermano Isaías. “Veía a mi hermano triste en el Erlanger (Alemania), un club donde a los nuevos no se lo ponen fácil, y lo sé por experiencia, aunque pensaba que con la calidad y los éxitos de Gedeón sería diferente, y lo comenté con el entrenador y el presidente, no con la intención de que lo fichasen, pero no calló en saco roto”, reconoce Isaías.
Gedeón asegura que en el Nava vuelve a ser feliz “porque este año era frustrante en Alemania”. No daba el paso de salir por sus dos hijos, escolarizados allí, “pero llegó el momento en que mi mujer me dijo que lo mejor era salir”, cuenta Gedeón, que hasta junio no recibe a su familia en Nava.
Doce años después, Gedeón abandona Alemania y regresa a la Asobal “con bienvenida a una ciudad pequeña donde todo el mundo se conoce, se vive fuera de casa, se socializa y se saluda cuando se cruza”.
Ellos son tan iguales que ahora “la gente no me saluda por mi nombre, por no equivocarse, y los más cercanos me dicen que Gede no se rasure la barba y yo que me afeite a diario, para no equivocarse”, explica Isaías, que piensa que el refuerzo de su hermano “le vendrá bien al club, a la plantilla y a él”. “Le vamos a ayudar a que tenga opciones de regresar a la Selección”, asegura.
En el debut, los dos hermanos jugaron en el centro de la defensa, las auténticas torres gemelas de la Asobal, una situación “no muy habitual en los equipos en los que hemos coincidido, pero nos salió bien”, apunta Gedeón, que niega que de adolescente hayan hecho “cosas de gemelos”. Isaías, no tan correcto, recuerda “asuntos de novietas, o aquel examen de inglés en el que Gedeón no iba bien y pensábamos en un cambio que al final no hicimos, o el día que intentamos bromear con el entrenador del Logroño (J. González) cambiando los uniformes, pero nos cazó y sin tocar el balón (Isaías es zurdo) a los cinco minutos”, relata Isaías, “un centímetro más alto”.
“Sólo puedo tener palabras de agradecimiento al Nava, y espero corresponder al club y al pueblo, porque me han rescatado de una situación desagradable” cuenta Gedeón. Dos jugadores de altura.
Gedeón “Quiero devolver al club y al pueblo lo que hacen por mí”
Isaías “Vamos a ayudar a que Gedeón pueda seguir en la Selección”