“En el antiguo estadio parecíamos una jauría” Larrainzar
Jan Urban fue el gran protagonista del famoso partido entre Real Madrid y Osasuna, el 30 de diciembre de 1990, en el que los rojillos vencieron por 0-4 en el Bernabéu. El polaco hizo tres goles, pero un jovencísimo Iñigo Larrainzar (Pamplona, 53 años) se encargó de poner la guinda anotando el cuarto, con sólo 18 primaveras. El navarro recuerda para AS aquel partido en el que el coliseo merengue se puso en pie para reconocer una proeza.
—¿Qué recuerda de aquel día?
—Han pasado muchos años y tengo flashes de lo que fue el día. Todos son recuerdos superbonitos. A veces hablando de aquel partido con los amigos les digo que fuimos apisonadoras. Fue el típico que tiene que salir así y a ellos no, para que acabes ganando 0-4 al Madrid. Aquel día se conjugó todo. Teníamos una plantilla con un físico impresionante y calidad. Era una combinación perfecta. El ambiente de compañerismo era impresionante. El regreso a Pamplona fue una pasada. Además, un 30 de diciembre, ¿quién se va a casa? (risas).
—Usted era defensa y además jovencísimo.
—Teniendo a Zabalza de entrenador llegué a jugar de todas las posiciones. En ese partido actué de interior y recuerdo que me tocó emparejarme con Villarroya. Éramos dos correcaminos. Ojalá hubiera existido en aquella época el sistema que hay ahora para contar kilómetros porque creo que le hubiésemos dado la vuelta de las veces que subimos y bajamos los dos. Yo tenía la capacidad de apañármelas bien como defensa porque siempre lo he sido, pero a la vez tenía ese instinto de tirar para arriba.
—¿Guarda algún recuerdo de aquel encuentro? La camiseta, algún recorte de periódico…
—Recortes de periódico, sí. La camiseta no porque no era como ahora, que se la cambian. Sí que tengo de recuerdo la del día de mi debut en El Sadar, que también metí gol. —-¿Uno de los goles más importantes de su carrera?
—Sí. Más que nada porque no he hecho muchos (risas). Y ese debut en casa contra el Atlético de Madrid. Fue el estreno soñado de cualquier jugador. Tenía 18 años y fue en El Sadar, con toda mi gente… Aunque es verdad que tampoco eres consciente de lo que estás haciendo porque no tienes la madurez ni la capacidad para gestionar todo eso. Con el tiempo le das más valor.
—¿Cómo cree que puede ser este partido?
—Como todos, durísimo. Es que juegas contra el Madrid. Que digan que está o no en su mejor momento… ¿Cuándo es su mejor momento, a principio de temporada, al final o a mitad? Da igual. Son equipos que tienen unas plantillas tan amplias y con jugadores de tantísima calidad… Me río yo cuando se dice que van a jugar un partido con los suplentes. Son líderes por méritos propios y estarán arriba por mucho tiempo. —-No viene Bellingham. —Pero sale Brahim, que no estaba jugando mucho y es increíble lo que hace.
—Antes había más intensidad.
—Los tiempos han cambiado. Y nosotros vivimos una época de un ambiente muy hostil. A los jugadores del Real Madrid les costaba venir a jugar a Pamplona. En el antiguo estadio, cuando no había asientos y estábamos todos de pie, parecíamos una jauría. Eso sí que era una olla a presión. Y luego, en el terreno de juego había mucha más permisividad, no había tantas cámaras, revisiones, ni pinganillos… Ahora lo ves y era una salvajada. Se ha perdido un poco la esencia, ahora tienes que medir la intensidad, la intencionalidad…
El exdefensa rojillo marcó en el 0-4 del Bernabéu de hace 34 años. Iñigo espera una sorpresa esta tarde.
Madrid “Son líderes por méritos propios y estarán ahí mucho tiempo”
Pasado “Vivimos una época hostil. A los jugadores del Madrid les costaba venir”