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Rodrygo eslabón débil

El brasileño sigue en su atolladero: sólo un gol desde la Supercopa ● Ante el panorama que asoma, le urge encontrar la pólvora

- SERGIO LÓPEZ /

Con talento, pero sin pólvora. Lo señalaban las sensacione­s y confirman los datos: Rodrygo se dejó los goles en Riad. Ese fue el punto de inflexión en su temporada. Entre dunas y rascacielo­s, perdió el cañón. Y no ha vuelto a encontrarl­o. Desde la final de la Supercopa sólo ha marcado un gol (al Girona). Uno, en 13 partidos. Uno, en 68 días. Y aunque tanto sus compañeros como Ancelotti no cesan en arroparlo, recordando aquello de que es “mucho más que un goleador”, el atolladero ya invita al runrún. Y frena su desafío: llegar a los 20 goles.

Necesita encontrar el gol. Ya no es ni siquiera para acallar el runrún, sino por una necesidad individual. Porque quiere, porque sabe que puede. Lleva 13 tantos esta temporada, siendo ya su segunda mejor marca como profesiona­l. Una cifra notable, pero con trampa: le está salvando su sobresalie­nte noviembre-diciembre. En esos meses hizo ocho goles, llegando a encadenar cinco partidos marcando. Estaba on fire. Era Rodrygol. Gracias a esa racha su promedio goleador se mantiene en los 226’, muy cerca de la cifra del año pasado (marcó cada 202’). Pero llegó 2024, Arabia... y volvió Rodrygo. Un jugador cargado de talento y esfuerzo, pero desértico de goles. Mayday.

Pese al delicado momento, Rodrygo mantiene su desafío en pie: quiere llegar a las dos decenas. Lo ve posible. “A mí me han enseñado que si le dices a alguien ‘piensa en todos los animales menos en el gato’, lo que hace es pensar en el gato”, dijo Carletto, escenifica­ndo que quiere evitar recordarle su sequía, aunque sea para picarle, porque eso puede obsesionar­le.

Pero la fijación ya es inevitable. Rodrygo apela a su metáfora particular: el bote de kétchup. En cuanto llegue el primero, el resto irán cayendo con facilidad. Y bajo ese sentir, sostiene su apuesta. La fe en que esta sea la mejor temporada goleadora de toda su carrera (de momento el récord son los 19 del curso pasado).

Para conseguirl­o, debe marcar siete goles en once partidos. Porque eso es lo que le queda al Madrid, salvo que alce la voz frente al City y fuerce, mínimo, unas semis de Champions, lo que elevaría el calendario a los 13. Pero frente a hipótesis, certezas: quedan 11 partidos, seis en el Bernabéu y cinco a domicilio. La recta para hacer el esprint final y, a la vez, el salto de altura: ante la llegada de Mbappé, es el eslabón más débil del once, el más ‘fácil’ de sentar. Y eso, en él, es una motivación. Alzar la voz en estos 11 partidos, más que una necesidad, es una urgencia. Por su récord. Por orgullo personal. Y por lo que pueda pasar a partir del 1 de junio. Que, cuanto menos, promete curvas.

Desafío Lleva 13 goles y quiere llegar a 20: sería su récord personal

 ?? ?? Rodrygo se ata la bota antes de un partido, en el Santiago Bernabéu, esta Liga.
Rodrygo se ata la bota antes de un partido, en el Santiago Bernabéu, esta Liga.

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