Greif demuestra que está preparado para La Cartuja
Un Mallorca sin fisuras frena al Valencia en sus aspiraciones
Greif demostró en Mestalla que está preparado para la final de la Copa. Lo confirmó con otra portería a cero y sendos paradones a Pepelu y Hugo Duro. El Mallorca también lo está. Los de Aguirre llegarán a La Cartuja convencidos de sus posibilidades, de sus sensaciones. En Mestalla sumaron un punto que les sabe a oro, más ahora que el Cádiz está despertando. Lo lograron con una actuación sin apenas fisuras, maniatando durante largas fases al Valencia, que espabiló en la segunda mitad. Pero los blanquinegros se fueron a dormir asimilando que el empate fue tan justo como insuficiente en sus aspiraciones.
Aguirre se puso vizco haciendo la alineación. Con un ojo miraba al Valencia, porque el precipicio sigue cerca y de ahí Muriqi o Larin en el once, y con otro a la final contra el Athletic, la que jugará Greif y también Raíllo, que se quedó en el banquillo por precaución. Baraja tiró de frescura con Guillamón y Peter Federico y de veteranía, Foulquier a pierna cambiada por Gayà.
El partido, hasta el descanso, fue desapacible como la tarde. De hecho hubo más lesiones (Yaremchuk y Mascarell) que remates entre palos (uno, de Nacho Vidal y sin peligro). Lo más cerca que se estuvo del gol fue en un penalti que ni se ejecutó, porque el VAR corrigió a Ortiz Arias, que pitó una mano que Mascarell tenía pegada.
La cosa cambió radicalmente tras el descanso. El Valencia salió con otro ímpetu y las ocasiones hicieron acto de presencia. Las más claras fueron un saque de falta de Pepelu, al que entre Greif y el palo le dejaron con las ganas; un remate de cabeza de Hugo Duro, otra vez Greif; y sobre todo la de Peter Federico, que con la portería para él solo golpeó a la nada. Pero el Mallorca, sobre todo a raíz de la salida de Radonjic, también tuvo las suyas, así que por el buen hacer de los porteros y la falta de acierto del resto, empate justo.