Roglic sigue de amarillo pese a una fuerte caída
El esloveno acaba una etapa que gana Hermans
La presente edición de la Itzulia se está convirtiendo en una caja de trampas. Caídas desde la segunda curva en el aperitivo contra el reloj, más accidentes el martes en varios puntos y el susto mayúsculo de ayer en un giro a izquierda a 38 km para llegar a Altsasua. Una tercera etapa de lo más insulsa hasta ese punto, en el que Roglic se precipitó al suelo y fue arrastrándose por su costado derecho durante unos metros interminables.
Una vez incorporado, el esloveno parecía aturdido. Dudó unos instantes e incluso parecía amagar con subirse al coche de su equipo para abandonar. Acompañado por su director deportivo, Patxi Vila, decidió finalmente reanudar la marcha, con heridas en el hombro, codo, cadera y rodilla. Le esperaron sus compañeros Buchmann y Sobrero, que le llevaron en cómodo sillón hasta la disciplina de un grupo que se comportó con enorme deportividad, sin arrancar como cohetes hacia meta. El actual líder de la ronda vasca perdió algo más de dos minutos en el incidente. Doce kilómetros más tarde, ya estaba con todos. A Ayuso también le visitó la desgracia, antes de entrar en el último kilómetro. Pudo concluir la etapa.
El belga Hermans (Alpecin) se impuso en la localidad navarra, en un esprint ajustado que tuvo a Aranburu de nuevo como protagonista. Éste se está mostrando muy activo en la Itzulia y rozó el poste aún con más opciones. Fue el primero en lanzar la pugna por la victoria, pero le sobraron 50 metros y finalmente fue sobrepasado por Hermans y Zambanini. Evenepoel sigue haciendo la guerra por su cuenta. Arañó tres segundos de premio en un esprint bonificable, mientras que Vingegaard recolectó uno. Hoy, nueva jornada de transición, entre Etxarri-Arantaz y Legutio.