Esta vez no abruma la obsesión por Haaland
“El curso pasado jugamos sin coraje ni personalidad”, declaró ayer sin tapujos Ancelotti en conferencia de prensa. Así fue. Mi impresión entonces, que aún conservo, es que Haaland actuó como una kriptonita paralizante para el que aún era campeón de Champions. Hablamos mucho de él en las vísperas de ambos partidos, hablamos casi exclusivamente de él, y por la forma de encarar el problema creo que la obsesión también atrapó a Ancelotti: concentró la atención defensiva a su alrededor, dejando amplios callejones entre el centro y las bandas por donde llegaron los problemas. Haaland no marcó, pero llovieron goles de otros.*
Ahora no hay esa obsesión. Haaland ‘sólo’ lleva 30 goles, 12 menos que el curso pasado, de manera que se puede mirar algo más allá y contemplar al City en su conjunto. No es tranquilizador, porque tras Haaland jugarán, presumiblemente, Bernardo Silva, De Bruyne, Foden y Grealish, respaldados a su vez por Rodri. Pero no veo aquel miedo casi supersticioso, jindama en calé, que se detectaba el año pasado. Y, más allá de ese congreso de estrellas (yo tengo debilidad por De Bruyne) está una defensa debilitada por el lado derecho, lo que abre las mejores posibilidades a Vinicius. Y tampoco es seguro que Gvardiol pueda ocupar la izquierda.
Será un partidazo: los dos últimos campeones, que en ambos casos lo fueron apartando al rival que de nuevo se encuentran hoy. La eliminatoria se abre en el Bernabéu, lástima, porque el ‘genius loci’ del sagrado recinto sólo se excita realmente cuando se trata de remontar, cuando hay un número concreto de goles con los que resolver la cuestión, y entonces el equipo ataca alocadamente con una insensatez que desconcierta. Hoy no hay liebre a la que perseguir. Una dificultad más para el Madrid. A su favor está que ya sabe Ancelotti qué se hizo mal. Y el equipo llega descansado, tiene juego, tiene fuerza y tiene moral, pero sobre todo arde en deseos de enterrar aquel mal recuerdo.
Haaland lleva 30 goles, 12 menos que el curso pasado, de manera que se puede mirar más allá”