Adiós a la estrella polémica
O. J. Simpson fallece a los 76 años ● El astro de la NFL fue absuelto de un doble homicidio en un mediático juicio
Para lo bueno y para lo malo, que en este caso es lo más abundante, Orenthal James Simpson (San Francisco, 1947) fue durante su vida una de las figuras públicas más notorias de la sociedad estadounidense, e incluso mundial. Fallecido el miércoles a los 76 años a causa de un cáncer de próstata, O.J. Simpson fue primero un grandísimo running back de fútbol americano para después hacer olvidar todos sus méritos deportivos con un sinfín de acusaciones de todo tipo. Especialmente la del doble homicidio de Nicole Brown, su exmujer, y Ron Goldman, de la que fue absuelto en un juicio que dio la vuelta al mundo entero.
Antes de convertirse en una oscura celebridad, O.J. Simpson se había labrado una trayectoria deportiva sobresaliente. El corredor fue elegido en el primer puesto del Draft de 1969 por los Buffalo Bills y dominó la NFL como pocos. En 1973, con 2.003 yardas de carrera, fue nombrado MVP. Lo que se le escapó fue la Super Bowl, la cual nunca ganó ni jugó, ni siquiera cuando se fue a los San Francisco 49ers para jugar los dos últimos cursos de su carrera antes de retirarse en 1979.
Durante el ocaso de su actividad deportiva, Simpson hizo también sus pinitos como actor en multitud de producciones, con especial éxito en sus participaciones en Agárralo como puedas. O.J. conoció y empezó a salir con Nicole Brown, una camarera de una discoteca de Beverly Hills, con la que se casó. Antes de divorciarse de ella siete años más tarde, y con dos hijos en común, fue acusado de abuso hacia Brown. Y fue poco después de la separación, en 1994, cuando Simpson se convirtió en alguien mundialmente conocido por un trágico suceso.
El 12 de junio, Brown y un amigo, Ron Goldman, aparecieron muertos en Los Ángeles tras haber sido apuñalados. Simpson se convirtió de inmediato en uno de los sospechosos y se emitió una orden de arresto hacia él, quien el viernes 17 se dio a la fuga junto con un amigo, Al Cowlings, en un Ford Bronco blanco que también es historia de EE UU. La policía emprendió una persecución que duró 90 minutos y que fue seguida en directo por televisión por 95 millones de espectadores hasta que O.J. se entregó en la puerta de su casa en el preludio de lo que iba a ser el juicio del siglo.
Simpson, acusado de doble homicidio, se declaró no culpable desde el primer momento. La defensa de O.J. sufrió numerosos contratiempos, como la aparición de su ADN en la escena del crimen, que tornaron a la opinión pública a la creencia generalizada de que era culpable, aunque la ausencia total de testigos dificultó certificarlo. Tras más de un año de litigio, en el que se produjeron irregularidades que han alimentado teorías de la conspiración, el 3 de octubre de 1995 el jurado se pronunció con más de la mitad del país, unos 150 millones de espectadores, pegados a la televisión: O.J. fue absuelto de los cargos y dejó a todo el planeta en shock. Dos años después, un jurado civil sí que señalo al exjugador como responsable de la muerte de Ronald Goldman y de asalto contra Goldman y Brown. Fue forzado a pagar más de 33 millones de dólares a las familias afectadas.
De ser el héroe de un deporte seguido por todo el país, al gran villano de una nación que nunca compró que Simpson fuese inocente. Su actitud, muy perturbadora y jocosa al respecto, tampoco ayudó. Llegó incluso a publicar un libro titulado Si lo hubiese hecho: confesiones de un asesino, con el “si” de la portada apenas visible, y en el que narra cómo habría perpetrado aquellos asesinatos de haberlos cometido. Acabó pisando la cárcel en 2007, aunque por motivos que nada tenían que ver: fue condenado a 33 años de prisión tras ser acusado en Las Vegas de varios delitos, incluyendo robo a mano armada, coacción y secuestro. Salió de la cárcel en 2017 y pasó sus últimos años de vida como un hombre libre, alejado del foco mediático que tan encima estuvo de una figura oscura.
MVP
Simpson fue nombrado Jugador Más Valioso de la NFL en 1973
Audiencia
95 millones de personas siguieron en directo la persecución a O. J.