Kroos es inevitable
El alemán vive una segunda juventud y, sin descuidar la defensa, es el mejor ‘constructor’ de las grandes ligas
Yluego está Kroos, que mueve al equipo de una manera que sólo él puede...”. Guardiola elogió al alemán tras la ida del Bernabéu. Único futbolista en el que personificó el de Santpedor. Una actuación que no fue anécdota, sino un día más en la oficina. Toni Kroos vive una segunda juventud. O tercera. Tanto que hasta él mismo está sorprendido. Física y mentalmente. Vaticinó que a “los 32 años era una buena edad para retirarse”. A los 34 sigue “con ganas y motivación”. Por algo a su renovación hasta 2025 sólo le falta la etiqueta de oficial. Una decisión basada en sensaciones. Como cada una de las últimas extensiones. Kroos no quiere estirar el chicle porque sí, lo hace por rendimiento. Y ha vuelto a ser su mejor altavoz para confirmar que sigue en el Olimpo.
Numéricamente, la temporada de Kroos olfatea la matrícula de honor. El CIES le coloca como el mejor centrocampista defensivo en de las grandes ligas en tareas de distribución, igualado con Granit Xhaka, soldado de Xabi Alonso. Un índice que valora la precisión de los pases recibidos por los compañeros en el tercio final de campo, el efecto de la jugada posterior y la calidad del contexto.
Una clasificación que lleva, en paralelo, una contundente rúbrica numérica. Según datos que BeSoccer facilita a AS, Kroos es, entre los centrocampistas que disputan las principales ligas y la Champions
Guardiola “Y luego está Kroos, que mueve al equipo como sólo él puede...”
League, el líder en pases completados, pases progresivos exitosos, pases en largo tanto intentados como completados, cuarto en pases que finalizan en el último tercio del campo, top-5 en asistencias (siete, con 0,22 por 90’) y top-10 en envíos que acaban en disparo (1,81). Todo ello perfila un 94,9% de acierto en el pase, un 91% en progresivos, un 90,4% al último tercio... Y también es medalla de oro en menor número de pérdidas de balón entre sus homónimos. Un metrónomo infalible, sin temor a arremangarse.
El trabajo de los Valverde, Camavinga o Tchouameni permiten que Kroos dirija, pero el de Greifswald no es sólo violinista. La mejora en intendencia del curso pasado sigue al alza: por 90’ gana 4,2 duelos defensivos, 66,7% de éxito, recupera 7 balones, intercepta 2,5, sólo comete 0,6 faltas... A caballo entre la posición de ancla y la de interior, su experiencia es su mejor aval para cortocircuitar al rival. En el Etihad, como en toda la temporada, todos para Kroos y Kroos para todos.