Helena Pueyo “Ojalá vengan más como Caitlin Clark”
La base Helena Pueyo (Palma, 13/02/2001), la 12ª española drafteada por la WNBA, charló con AS, nada más ser seleccionada por Connecticut Sun, sobre su éxito en ‘College’, su futuro y, claro, ese fenómeno global llamado Caitlin Clark que ha vivido estos años muy de cerca.
La noche del lunes, la del draft de Caitlin Clark, tuvo toque español. En el puesto 22, el décimo de la segunda ronda, fue seleccionada Helena Pueyo, que acaba de completar un ciclo de cinco años con las Wildcats de Arizona, uno de los gigantes del baloncesto universitario.
—Con el número 22 del draft de 2024, Connecticut Sun elige a Helena Pueyo…
—Antes del draft, o eres una de las que van a salir en el top-5 o no sabes dónde te van a elegir. Tenía buenas sensaciones, había hablado con varios equipos y por eso estaba tranquila. Mi predicción era segunda ronda y eso fue. Pensaba que me iban a escoger antes, pero ya se sabe que esto va cambiando. Al final, estoy muy contenta. He sido drafteada… y eso mola.
—¿Cúal es su plan ahora?
—Mi idea es estar en el training
camp con las Suns. En caso de que me gane un puesto, me quedaré aquí toda la temporada. Si no cuentan conmigo, hay varios equipos más que me han llamado y me han dicho que podrían tener un hueco para mí. Mi objetivo es jugar en la WNBA esta temporada, en el equipo que sea. Y después de eso, volver a España.
—El pasado verano, después de su cuarto año en Arizona, ya tuvo ofertas para regresar a España.
—Sí, estuve hablando con varios clubes y tenía alguna cosa pensada. Pero entonces vi que si seguía aquí podría tener más oportunidades, un rol más importante… Para, al final, tener esta salida del draft.
Ese era mi objetivo y he podido cumplirlo.
—Y supongo que también estará contenta por cómo sale de Arizona. Todo el mundo habla maravillas de usted.
—Es muy bonito salir así, para mí es un premio. Mi objetivo cuando vine era dejar un impacto. Al final, este quinto año me ha dado la oportunidad de estar donde estoy ahora. Yo quería dejar huella. La gente se enfada si no es titular o si no juega tantos minutos como espera. Yo no fui titular hasta este último año. Termino muy feliz por las puertas que se me han abierto.
—¿Cómo es Helena Pueyo en la pista?
—Soy una jugadora que lee el juego bien, toma buenas decisiones con balón y sin él, con capacidad para defender porque tengo los brazos largos… Me gusta jugar en equipo, y de hecho no he tirado mucho hasta este último año. Lo que he querido siempre es tirar buenos tiros, no veinte y que diez sean malos.
—¿Cómo fue su llegada a Arizona?
—Al principio es duro. Yo tenía muchas dudas, no sabía si quería irme o no… creo que me costó un año entero adaptarme del todo. Todo es nuevo: el idioma, la comida, echas de menos a tu familia, a tus amigos de España… Pero al final te das cuenta de que vale la pena y de que las cosas pueden salir y se abren puertas.
—Durante sus cinco años en Arizona ha vivido en primera persona el auge del baloncesto femenino: de la sensación que fue Sabrina Ionescu al boom que ha supuesto Caitlin Clark.
—En mi primer año, cuando jugábamos contra Ionescu, ya pensaba ‘vaya nivel’. Pero este año ha sido el clave, sobre todo con Caitlin Clark. El basket femenino se ha empezado a ver más que el masculino, es algo muy bueno para la gente que llega ahora. Para mí, haber jugado contra ese tipo de jugadoras es algo que me llevo.
—Supongo que en los vestuarios se habla de ello.
—Sí, siempre se comenta algo antes o después de los entrenamientos. Los millones de audiencias que están teniendo los partidos, cómo superan a los del torneo masculino; mira qué triples mete esta jugadora, mira a Clark que los tira desde el logo… Todo el mundo lo ve, así que todo el mundo lo comenta, impacta y por eso es tan positivo. Hace apenas cuatro años, esto no era así. Con Sabrina ya se hablaba mucho, pero no tanto como ahora. Es muy bueno que una jugadora como Clark haya tenido tanto impacto.
—Algunas veteranas ya le han advertido a Caitlin Clark de que se prepare para la WNBA, que eso no es la universidad y va a necesitar un buen tiempo para adaptarse.
—Todo el mundo saca el físico siempre que se habla de esto. Y es verdad que hay jugadoras supergrandes, con un físico increíble… Pero esto es baloncesto, no boxeo (risas). Como todo, lleva su tiempo. Y es también cuestión de adaptarse al juego, ver cuál va a ser tu rol. A lo mejor lo tuyo no es ser física y coger 45 rebotes. A lo mejor tú eres la que pasa bien, por ejemplo.
—El mensaje que ha dado el baloncesto femenino universitario es claro: si se invierte y se apuesta, el resultado es directo e incontestable.
—Claro. Tener a estas jugadoras de las que hablábamos, de tanto éxito y tanto impacto, hace que la gente se fije más y, al final, todo el mundo habla de lo que está pasando. Ojalá vengan más jugadoras así, que impacten tanto y que esto siga yendo a más.
—En su futuro también está la Selección.
—Para mí el gran sueño es estar en unos Juegos, en estos todavía no sé… pero estoy muy contenta por haber estado el año pasado con el grupo en la preparación del Eurobasket. España tiene un talento inmenso; es complicado hacerse un hueco. Ojalá pueda ser una Silvia Domínguez o una Alba Torrens.
Objetivo
“He sido drafteada... y eso es algo que mola”
WNBA
“¿El físico? Hablamos de baloncesto, no de boxeo”