Modric no se rinde
El croata vuelve a evidenciar, como en la ida, que tiene fuelle como para continuar en el Real Madrid
Es evidente que Carlo Ancelotti no veía la solución para sacudirse el dominio apabullante del Manchester City en su banquillo; de haber sido así, habría agotado los seis cambios (cinco más el extra de la prórroga) en vez de quedarse en cuatro. Fiel a su tradición, apuró el tiempo para empezar a cambiar el equipo, también porque percibía que los blancos, aunque cansados, seguían defendiendo su área con entereza. Y cuando tocó remover el árbol, dio prioridad a la experiencia por encima del vigor juvenil: Modric saltó en el 79’ sustituyendo a Kroos.
Poco antes el Madrid había recibido un palo en forma de empate de De Bruyne y Ancelotti confió en el croata de 38 años para dinamizar el centro del campo y salir algo de la cueva en que los ingleses tenían encerrado al Madrid. Lo hizo el técnico consciente de que no le estaba sacando para once minutos, sino también para media hora de prórroga y para unos potenciales penaltis. Tenía Carletto el ejemplo de la ida, en la que Modric retomó el control del partido para los blancos para sacar un sufrido empate que, a la postre, resultó decisivo para clasificarse para semifinales.
En el Etihad las circunstancias no fueron tan benévolas: se encontró el de Zadar a un Madrid agotado y presionado en cada zona del campo, y con todo le dio para dar 18 pases buenos de 21 (el 86%), para colgar dos centros al área (el que más del equipo, empatado con Brahim y Rodrygo), de hacer dos entradas, ambas saldadas con éxito, y de recuperar cuatro veces el balón (Camavinga, en 120 minutos más las prolongaciones, sólo sumó una recuperación). Fue, en definitiva, una prueba más de que Modric tiene fuelle para seguir en el Madrid otra temporada, aunque sea para rotar al centro del campo y para dar una alternativa diferente en los grandes partidos desde el banquillo.
En la tanda de penaltis, fue elegido primer lanzador por su experiencia (sobre todo, con Croacia), aunque Ederson le asustó con un final indeseado. Entre Lunin y sus compañeros acudieron al rescate de Modric, que en el Etihad volvió a gritar alto que el Madrid es su prioridad.
Trabajador En poco más de 40 minutos recuperó el balón cuatro veces