No te bebas la vida...
¿Tienes una cena de Navidad? Se calcula que habrá más de 20.000 controles de alcoholemia diarios durante esta época del año en la que se celebran las típicas cenas y comidas navideñas. No te la juegues
Con la llegada de la Navidad, es habitual que se celebren cenas y comidas que pueden resultar un peligro si mezclas el alcohol con la conducción. En ningún caso es recomendable, pero si lo haces en esta época del año, tendrás más probabilidades de ser multado.
Por estas fechas, la DGT lanza campañas concretas para disuadir a los conductores de coger el vehículo con unas copas de más. Por ello, es muy probable que te topes con algún control de alcoholemia durante los próximos días. Lo más recomendable para ti y para todos es que busques alternativas: transporte público, taxis, amigos abstemios... Pero si se te pasa por la cabeza conducir habiendo ingerido alcohol previamente, debes tener en cuenta lo siguiente:
El límite: La tasa máxima de alcohol es de 0,15 mg/ l para conductores noveles (menos de dos años con el carné) y profesionales (camioneros, taxistas,
etc) y de 0,25 mg/ l para el resto de conductores.
Si superas esas cifras: El artículo 65 de la Ley tipifica como infracción muy grave la conducción de vehículos habiendo ingerido bebidas alcohólicas por encima de esas tasas. Por ello, estas infracciones acarrean una sanción de 500 euros hasta los 0,60 mg/ l.
Pérdida de puntos: Las tasas de más de 0,50 mg/ l de aire espirado para conductores en general, o más de 0,30 mg/ l para profesionales y titulares de permisos
de conducción con menos de dos años, se restarán 6 puntos.
Lo que dice el Capítulo IV del
Código Penal: Establece que si tu tasa es superior a 0,60 mg/ l en aire o 1,2 g/ l en sangre, puedes tener una pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses. También podrías estar obligado a realizar trabajos en beneficio de la comunidad durante un máximo de 90 días, además, claro está, de perder tu carné de conducir durante un periodo de entre uno y cuatro años.
Me niego a soplar: Si por casualidad se te ocurre negarte a una prueba de alcoholemia, la pena sería de seis meses a un año de cárcel y la privación del derecho a conducir de uno a cuatro años. En cualquier caso, si el riesgo que supone para ti y para los demás coger el coche ebrio no te parece suficiente motivo para no hacerlo, piensa en la cuantiosa multa, retirada del carné o pena de prisión que esto supondría.