DATOS TÉCNICOS
El Polo de hoy es como el Golf de hace 20 años: compacto por fuera y espacioso por dentro. Por no hablar de que es uno de los coches más fiables de su segmento
No es Golf todo lo que reluce: al menos desde que el Polo V (denominado 6R) apareció en 2009. Y eso que su imagen se acerca mucho. Pero con una longitud de 3,97 metros, no es mucho más pequeño que un Golf II, por ejemplo.
Si echas un vistazo al listado TÜV, verás que pocos coches tienen menos problemas que este. Eso sí, no queda libre de pecado: los motores 1.2 TSI te pueden dar la lata con averías en la cadena de distribución con menos de 20.000 kilómetros encima. La corrosión en los bordes del capó y la frágil tapicería de los asientos demuestran que no se han empleado los mejores materiales y que no tiene los mejores acabados.
Si te decides por un Polo, vas a tener que enfrentarte a dos carrocerías, nueve motores, tres líneas de equipamiento y un sinfín de extras que van a poner tu capacidad de decisión al límite. Para los urbanitas, el tres cilindros de 1,2 litros (60 y 70 CV) es suficiente. Si le metes mucha caña y mucho peso, te puedo asegurar, eso sí, que el ahorro no va a ser su fuerte.
El cuatro cilindros de 1,4 litros anda mejor y no consume mucho más. Con los diésel es otro cantar: los TDI son solo una opción para los que se hacen más de 10.000 kilómetros al año. El equipamiento Comfortline responde a expectativas más altas y resulta más lujosa que la Trend- line. Entre otras cosas ofrece climatizador automático.
Aunque el TDI y el TSI tienen nombres que suenan mejor y ofrecen una buena relación entre potencia y consumo, para la mayoría de clientes de usados, el 1.4 con 85 CV es la mejor elección. Trabaja de manera refinada, es suficientemente rápido y apenas consume más que el 1.2 TSI. Por no hablar de que no tendrás problemas con el turbo o la cadena. Un consejo: el Comfortline solo merece la pena por el climatizador.