La movilidad del futuro
Aunque aún testimonial, la conducción eléctrica y la autónoma ya son una realidad. Pero serán los taxis robotizados los que puedan provocar la gran revolución de la movilidad del futuro. Esto es lo que nos espera en 2030
CUANDO LOS PRECIOS DE LAS BATERÍAS bajen de forma lenta pero constante, se prevé que se vendan 500.000 coches eléctricos en 2030... Y eso solo en Alemania, el principal mercado automovilístico europeo. Es un pronóstico de Stefan Bratzel, director del Center of Automotive Management, un instituto independiente de investigación estratégica del automóvil. Pero las perspectivas tienen margen de mejora: esta cifra podría ascender a un millón, esto es, un tercio de todos los automóviles vendidos ese año.
Algo parecido espera Bratzel de la conducción autónoma. En 15 años, uno de cada seis coches circulará de forma semiautomática, y un 5% se moverá de forma totalmente autónoma de un punto A a un punto B. Esto es, sin conductor.
Consecuencias de los taxi-robot
Como efecto de ambos desarrollos, Bratzel habla de "convergencia tecnológica", y de ahí saldrán flotas de taxis que se moverán solos por las ciudades. Estos coches-robot no solo sustituirán al hoy denominado car
sharing (coche compartido), también, a la forma de moverse de la mayor parte de la población. Esto tendrá consecuencias que afectarán directamente a los fabricantes de automóviles: su participación en las ganancias globales se reducirán a la mitad para 2030. Señala Bratzel que la mayor parte de la tarta del mercado se la llevarán estos taxis- robot (véase gráfico en la página 59).
Un avance a este respecto ya lo mostró Volkswagen durante la renovada Volkswagen Night en el Salón de Ginebra del mes de marzo pasado. En esa ocasión, el consorcio
alemán, además de mostrar músculo, apostó por explicar cómo prevé que será el futuro de la movilidad. Y de abrir esa ventana al futuro se ocupó Johann Jungwirth, director de Estrategia Digital de Volkswagen y quien anteriormente había estado trabajando en Apple en Silicon Valley, lo que pone de manifiesto de por dónde van los tiros.
Jungwirth hizo mención a uno de los tres grandes pilares de la movilidad del futuro, precisamente la que se refiere a la porción del pastel más controvertida: los servicios de transporte. Y es que Volkswagen, por boca de Jungwirth, dejó claro en la víspera de la inauguración de la muestra helvética que parte del futuro del consorcio pasa por diversificar su negocio precisamente hacia la oferta de servicios de movilidad. Una reinvención del negocio automovilístico en el que el poder de la marca –y su ADN y su USP (Unique Selling Proposal; argumento de venta) automovilísticamente hablando– quedaría diluida.
En términos parecidos se explica Germán López Madrid, presidente de Volvo Cars España, quien, aun a riesgo de tirar piedras sobre su propio tejado, no se cansa de advertir de que la industria del automóvil a día de hoy "ya no es la más grande, ni la más reconocida socialmente, ni la que está más de moda ni tampoco es el futuro. Lo es la tecnología".
El automóvil y el 'Big Data'
Al fin y al cabo, la tecnología es lo que está marcando los grandes avances de la industria del automóvil a día de hoy y lo hará también en el futuro. Máxime si se tiene en cuenta que el automóvil se va a convertir en uno de los mayores generadores de datos, de Big Data. Y esa valiosa cantidad ingente de datos va a redundar también en seguridad, desde el momento en que los coches de comuniquen unos con otros (Car2Car), y a su vez con la carretera (Car2Road) e incluso con otros actores, como edificios inteligentes. Así, si se produce un accidente varias decenas de kilómetros más adelante, los vehículos que vayan en la vanguardia podrán informar a los de atrás de esa incidencia y buscar así vías alternativas.
Incluso si en un momento dado los sensores de un coche detectan una placa de hielo en una parte de
La industria no será lo que es
Sea como fuere, los grandes fabricantes de automóviles deberían abrigarse, porque se avecina frío, mucho frío. Junto a Apple, Google, Tesla o Uber, hay también cada vez más estudios de mercado que vaticinan grandes cambios a medio plazo: quien en 15 años no tenga en su oferta de movilidad taxis-robot, tal vez siga vendiendo automóviles, pero no será la que más dinero gane.
La movilidad autónoma va a poner las cosas cada vez más fáciles a la población, también a quienes no tengan carné de conducir. ¡Llega el nuevo mundo! la carretera, podrán advertir a los otros vehículos, prepararlos al respecto y evitar siniestros. Lo cual también es un ahorro económico, que López Madrid cuantifica en términos generales en 110.000 millones de euros en 2025. También es cierto es que ese Big
Data, esa generación de datos tan enorme, implicará que en la nube se almacene información acerca de nuestra forma de conducir, la hora a la que circulamos, por dónde lo hacemos, etc. Inconvenientes –por lo que afecta a la esfera de la intimidad– de la conectividad en el automóvil.