ESTO ES LA BOMBA
¿ Cuatro superdeportivos? ¿ Cuatro máquinas de disfrutar? Da igual, al final, solo queda una pregunta: ¿ Cuál es el más rápido de todos?
VAYA GRUPO MÁS PARTICU
LAR. Un sinvergüenza muy radical, una belleza provocadora, un bailarín de hip hop y, por supuesto, un eficaz ingeniero. Sin duda, sería la alineación perfecta para una boy band de éxito. Pero no se trata de eso. Si quieres ver ese tipo de personajes, cómprate una revista del corazón. Esto es AUTO BILD y aquí hablamos de coches. En este caso, de cuatro superdeportivos que suman 2.082 CV. ¡ Hoy vamos a pasarlo muy bien!
Pero no solo hemos juntado a cuatro tipos sobrados de potencia, sino que hemos buscado cuatro caracteres muy diferentes. Para comprobar lo mucho que separa al Honda del Mercedes y al Corvette del Porsche, nada mejor que po- nerse al volante y enfrentarlos contra el implacable crono. Durante la prueba analizamos cómo responden al límite estos deportivos, cómo suenan, qué se siente al volante y qué tecnología esconden bajo sus espectaculares carrocerías. Al final, elegiremos al mejor deportivo. Nos da igual que su carrocería sea la más llamativa, que tenga un nivel de equipamiento superior o que sus acabados estén más cuidados. Aquí buscamos al más veloz, uno que toque rock duro. Nada de pop...
CORVETTE: UN COHETE Y, SIN EMBARGO, MUY ÁGIL
El primer contacto con un Corvette siempre es el mismo. Cuando lo ves, te llaman la atención sus monstruosas ruedas traseras de 355 mm, aprecias su brutal aspecto y piensas: "ya estoy ante un vetusto deportivo americano con suspensión trasera de ballestas, como si fuera un camión. ¡Y vaya motor desfasado que llevará bajo el capó!" Esto tiene un nombre: prejuicios. Porque después de encender el motor, pisar a fondo su duro pedal de embrague, meter primera y dar el primer golpe al acelerador; te saluda con un rugido metálico y notas cómo a la carrocería le sacude un terremoto, mientras tus venas se llenan de gasolina. La vibración del V8 de 6,2 litros es comprensible, sobre todo si tienes en cuenta que tiene 630 Nm de par. ¡Arrancamos!
La dirección trabaja de forma más ruda que la de sus rivales, pero a cambio copia exactamente lo que demanda el conductor. Nos sorprende por su elevadísimo grip, su abrumadora tracción y una velocidad endemoniada. El Corvette no vacila y mantiene el tipo a la perfección. En resumen: se pega al asfalto en cada metro como si estuviera anclado a la pista. Es cierto que el cambio manual de seis velocidades podría ser
mejor, pero este pequeño defecto le da autenticidad y obliga a su conductor a trabajar más al volante. Lo que sí nos ha quedado claro es que el Corvette es muy veloz.
HONDA: UN TIPO LISTO QUE ES UN AUTÉNTICO DEPORTISTA
No vamos a entrar en su sofisticadísima tecnología, incluido su sistema híbrido. Porque su construcción, con el paquete de baterías en sus bajos, los motores eléctricos en el eje delantero y trasero o la tracción integral variable, así como el motor V6 de 3,5 litros con doble turbo, nos desvían de nuestro objetivo: arrancar y pisar el acelerador a fondo. Tal vez no alcance, de entrada, una velocidad tan elevada como sus rivales; prefiere guardársela para momentos clave. Digamos que gestiona la fuerza del par motor para recuperaciones tan fulminantes, que resultan obscenas. Nos ha dejado a todos con la boca abierta. Por otro lado, esperábamos algo más de efectividad en los frenos y, dinámicamente, más agarre en el eje delantero a la entrada de las curvas. Además, podría no ser tan extremadamente caro: un NSX cuesta casi el doble ( precio en el mercado alemán) que el Corvette. Como ves, la alta tecnología no siempre es lo mejor para disfrutar al volante.
MERCEDES-AMG GT R: UN TIPO DURO, PERO EXCEPCIONAL
Es la combinación de un motor imponente y una elevadísima estabilidad lo que permite a este Mercedes ser tan veloz. Este coche no reduce sus virtudes a su indiscutible capacidad de aceleración. En una o dos vueltas ya te sientes parte de la carrocería verde de este deportivo. Programo el cambio en configuración manual, modo de conducción en
Race y arranco. Desde el primer giro, me lo deja claro: tiene un set-up de primera. Este coche de carrocería tan agresiva, con un aspecto salvaje, se doma rápido y cuesta sacarlo de sus casillas: ¿Un toque de volante a una velocidad demasiado elevada? El GT R se recoloca, él solito, en la trayectoria idónea de la curva. El eje trasero acompaña el giro, el agarre es total y este Mercedes de 1,6 toneladas se muestra imbatible en cada vuelta. ¿Cambios de apoyo fuertes? ¿Dar mucho gas después de la curva? Da igual: el bólido verde siempre se mantiene estoico y parece dispuesto a no permitir que cometamos un error. Es un coche que se conduce sin complicaciones y que, al mismo tiempo, resulta muy veloz. El V8 de 585 CV suena tan bien que te pone los pelos como escarpias y sientes en tu cuerpo cada sacudida de la zaga en su empeño por mantener en su sitio a las ruedas traseras. Gracias a sus nueve modos de funcionamiento del control de tracción, el conductor puede seleccionar el nivel de deslizamiento: desde espectaculares humaredas, hasta un agarre perfecto. Un equilibrio ideal, que te permite llevar el coche al límite una y otra vez. En resumen, la tecnología que utiliza la hereda directamente de la competición y funciona de forma excepcional. ¿ Resultado? ¡ La vuelta más rápida!