Te contamos todos los secretos del Renault Symbioz, el coche autónomo del futuro
El Renault Symbioz es el primer prototipo de coche autónomo que muestra cómo será el futuro de manera empírica. Algunos ya lo hemos podido comprobar de primera mano
CÓMO SERÁ LA MOVILIDAD AUTÓNOMA y, lo que seguramente es mucho más importante: cómo será la vida a bordo de los coches autónomos. Renault ha hecho un ejercicio histórico con el Symbioz en el que trata de dar respuesta a estas dos cuestiones que, a su vez, van a protagonizar los cambios más importantes de la sociedad en los próximos 20 años.
Un equipo de 20 personas ha trabajado durante 18 meses para integrar todas las tecnologías disponibles dentro del Grupo Renault y de la mano de una importante lista de socios tecnológicos en este prototipo 100% funcional. Y, para demostrar lo cerca que está , durante dos semanas, nos han invitado a periodistas de todo el mundo a subirnos al Symbioz y probarlo, también en modo autónomo, por una autopista de Francia.
Antes de seguir, hay que puntualizar que este coche se encuentra en el nivel 4 de movilidad autónoma, es decir, puede ir completamente solo en autopista y bajo determinadas condiciones. Así debo conducir este vehículo único de millones de euros por las carreteras comarcales hasta llegar al tramo de vía en el que las autoridades galas permiten usarlo sin manos.
El Symbioz se maneja con agilidad a pesar de sus 2.200 kg, gracias a equipar el sistema 4Control de Renault. Para empezar, este coche de 4,9 m de largo y casi dos de ancho es por fuera como un Talisman 4.0 (por lo futurista; no por la cilindrada) con algunos rasgos claros de aquel Mégane de segunda generación. Para mí, es todo un logro del diseño conservar sus códigos. En cuanto las carreteras mejoran, el logo del volante se ilumina para indicar que ya está listo el modo dinámico. Al pulsarlo, el chasis del Renault baja su altura unos milímetros, su suspensión se hace más dura y están disponibles muchos de los 482 CV de los dos motores eléctricos. Este coche tiene una configuración propia y han decidido hacerlo tracción trasera, pero no es que la potencia te parezca una barbaridad, tampoco esa era la idea, sino lo que viene a continuación.
Salir a autopista y dejar de conducir
Al salir a la autopista y detectar el coche que se encuentra en un entorno en el que recibe información constante desde la infraestructura, el cuadro cambia de aspecto para indicarte que el modo autónomo está a punto. Este se enciende apretando dos botones a cada lado del volante; hay que hacerlo a la vez y con fuerza para evitar que se ponga en marcha accidentalmente.
Muchos mandos del vehículo tienen una activación piezoeléctrica para ahorrar peso y espacio; el interior está forrado en una madera tratada con láser y numerosas piezas del Symbioz son de magnesio fundido. He
aquí sólo algunas de las otras innovaciones de este coche de las que no tengo demasiado espacio para hablar.
Por requerimiento legal, en el asiento del acompañante hay un ingeniero de Renault con dos joysticks que tomará los mandos en cualquier instante si, por ejemplo, el viento lateral de 120 km/ h que hoy sopla, hace que algún sensor se desmande. Así, entre otras cosas, durante esta prueba puedo tumbarme y ponerme unas gafas de realidad virtual para ver cómo es la experiencia en la que Renault piensa. Bueno, más que Renault, Ubisoft, el proveedor que en este apartado ha creado toda una experiencia virtual acompasada con los movimientos y velocidad del coche, para no sobresaltar a un más que posiblemente distraído conductor.
Es sólo una demostración, no sé si todos iremos así dentro de 20 años en nuestros coches, pero es una de las muchas cosas que podrán hacerse, eso es evidente. También se podrán ver películas en el display central OLED que, unido a un brutal equipo de sonido de Devialet, ofrece una sensación de inmersión quizá incluso mejor que la que muchos disfrutan en el salón de casa.
Si quieres un viaje más sosegado, el sistema operativo de LG te ofrece información turística de los lugares por los que atraviesa tu ruta, con sugerencias de paradas, y siempre tiene en cuenta en todas sus propuestas el tiempo de conducción autónoma del que dispondrás, por si quieres ver una serie, trabajar, dormir...
Pero el quid de la cuestión es cuándo estará listo todo esto. Es evidente que, para Renault, si hace falta, mañana. Sin embargo, ¿y las infraestructuras? Por eso ha resultado especialmente útil que a la presentación asistieran también TomTom y Abertis, proveedores uno de los mapas en 3D-HD necesarios para la navegación autónoma y otro, del sistema de comunicación con las carreteras. Si es por estas dos empresas, mañana también podrías conducir un coche autónomo. Vicente Cano
Renault sigue buscando socios para desarrollar un mayor número de soluciones