FAS( T) CINANTE
Renovarse o morir. En Peugeot no estaban dispuestos a renunciar a un modelo, el 508, que durante años ha defendido con orgullo la responsabilidad de ser el buque insignia de la marca. El Peugeot 508 ataca de nuevo... y lo hace de forma espectacular
AÚN RECUERDO PERFECTAMENTE LA PRESENTACIÓN del restyling del actual 508 en Londres, en junio de 2014. Con unos poquitos cambios que afectaban principalmente al frontal –con una verticalización de la parrilla, la cual a su vez incorporaba el logotipo de Peugeot a mayor tamaño en el centro de la misma– el buque insignia de la marca del león adoptaba un aire mucho más distintivo, abandonando de una vez el diseño anodino que había caracterizado al 508 hasta entonces.
Y es que no sé qué pasaba por la cabeza de los diseñadores de Peugeot cuando dibujaron el 508, sustituto del 407. Este último ya supuso un paso atrás con respecto al 406, para mi gusto una de las berlinas generalistas más bonitas –sobre todo la versión coupé, pintada por Pinin- farina–. Había, por tanto, mucho, muchísimo margen de mejora.
Por eso, cuando el año pasado en Salón de Ginebra desde Peugeot me dieron a entender que el nuevo 508 tendría mucho de los elementos anunciados por el concept Instinct, sólo pude expresar mi alegría con un "¡demonios, ya era hora de un poco de cordura!"
Y el segmento D, y sobre todo el correspondiente a Peugeot, estaba necesitado de ayuda. El año pasado del 508 se comercializaron 3.737 unidades, un 17,1% menos que en 2016, mientras que a nivel global, las cifras alcanzadas por el 508 no superaron las 23.000 unidades. La tendencia del mercado va por otros derroteros, –SUV, SUV y venga SUV– es cierto, pero con ofertas de producto como la actual del 508, a pocos clientes se puede conquistar.
Reconozco que soy un nostálgico que aún siente pasión por las berlinas. Sigo pensando que la carrocería de tres volúmenes es sinónimo de elegancia y distinción. Así que, cuando tuve la oportunidad de conocer el nuevo 508 en su última fase de preproducción en el Centro Técnico y de Diseño (ADN) de PSA en Vélizy, a las afueras de París, me quedé literalmente fascinado. Fascinado no solo por sus líneas elegantes, puras, sobrias, deportivas, con el mismo espíritu que el 406... sino sobre todo por haber adoptado la silueta
fastback compact, carrocería setentera, pero que, como todo lo bueno, regresa para quedarse.
Bernhard Hesse, Brand Manager del Proyecto R8 (508), lo explicó claramente el día que nos desvelaron el producto: "el segmento D está dominado actualmente por Audi A4,