Un coreano muy europeo
La tercera generación del Kia Ceed ( sí, ahora se escribe sin el engorroso apóstrofe) se ha pensado, diseñado y construido para Europa. La mejora de calidad a todos los niveles se nota, y mucho
KIA NO PARA DE CRECER EN EUROPA y, por supuesto, en España, donde tienen al Sportage como líder de ventas en su gama. Pero, con el permiso del Stonic, el Ceed se situará como el segundo más vendido en nuestro país este año.
Por eso, para continuar con la gráfica de ventas en ascenso, el nuevo Ceed trae renovados y muy interesantes argumentos. La carrocería no cambia demasiado, pero exhibe un aire más moderno, con líneas más rectas y una parrilla delantera más grande. La longitud se mantiene, pero la anchura aumenta y la altura disminuye con lo que el centro de gravedad baja y eso, a nivel dinámico, se nota. En las cercanías del Algarve portugués he podido comprobar su mayor aplomo, que la dirección es más ágil y comunicativa y la suspensión más equilibrada en cualquier situación. No en vano, monta la nueva plataforma K2, que ha trabajado especialmente la amortiguación y la dirección.
En el interior el diseño del salpicadero tiene cambios mínimos, pero sí se han mejorado los materiales y ajustes, ofreciendo una mejorada calidad táctil y visual. Continúa con su pantalla táctil de hasta ocho pulgadas presidiendo el salpicadero en la zona central que, por cierto, se orienta ligeramente hacia el conductor. El espacio aumenta para piernas y hombros del pasaje trasero, así como el maletero, que gana 15 litros y alcanza
los 395.