Probamos los chinos más molones
Los coches con pasaporte chino quieren llegar al Viejo Continente, pero ¿tienen opciones de hacerse con un hueco en el mercado? Hemos viajado hasta Pekín para averiguar si están preparados para lograrlo
DICEN QUE LOS EUROPEOS SOMOS MUY EXIGENTES. Y a la hora de elegir coche, esto también se nota. A fin de cuentas, tenemos un gran potencial para desarrollar y exportar automóviles a todo el mundo y lo llevamos haciendo bastante bien desde hace decenas de años; sin embargo, vivimos en un mundo cada vez más globalizado, en constante –y frenético– movimiento y eso nos lleva a pensar: ¿y si los demás son capaces de hacerlo igual de bien que nosotros? China, por ejemplo, tiene un enorme mercado interior, pero el desconocimiento sobre cómo funcionan las cosas dentro nos puede llevar a pensar que todo lo que se fabrica allí quedaría muy lejos de nuestras expectativas en calidad y fiabilidad.
Por suerte, este año he tenido la ocasión de viajar hasta Pekín, donde nuestros compañeros de AUTO BILD China me habían invitado a probar algunos de los coches que más interés generan en el país. Así que esa era una excelente ocasión para descubrir, con la mirada de un niño ante un nuevo mundo, si de verdad todo lo que pasa por nuestra cabeza cuando oímos hablar de los coches chinos es cierto.
Pero Tesla tampoco es europea; es una compañía americana y aunque ha levantado mucha polémica e incluso se han criticado sus bajos estándares de calidad, sus ventas no reflejan la misma desconfianza. En
lo que va de año, ha matriculado en España 1.446 unidades, 1.200 de las cuales corresponden al
Model 3, 125 al Tesla
Model S y 121 al Model
X: unos resultados nada despreciables. ¿Por qué entonces no podemos pensar que los coches hechos en China son capaces de satisfacer al público de la misma forma?
La cuenta atrás ha comenzado
En mi viaje por Asia, he probado hasta diez vehículos chinos y tengo que reconocer que algunos no cumplieron ni de lejos mis expectativas, como es el caso del Chang'an EADO EV460, una berlina eléctrica con hasta 405 km de autonomía y a un precio en yuanes equivalente a 17.200 euros: la palabra ganga se desvaneció cuando subí a bordo, observé los solidez de los materiales y hundí el pie en
el acelerador; otros, sin embargo, despertaron en mí una gran curiosidad por recordarme a vehículos europeos que ya ruedan por nuestras carreteras y, por norma general, a un precio bastante más elevado. Por eso, no me sorprende que algunas marcas como Wey planeen su llegada a Europa en los próximos tres años. De hecho, ha estado presente en el Salón de Fráncfort... y no precisamente sola. A su lado estaba también el fabricante Byton con su MByte, un coche eléctrico de 200 kW de potencia y con un interior ultraconectado, cuya fabricación estará muy vinculada a Alemania una vez que se aproxime la fecha de lanzamiento, prevista para 2021. Y sí, el mercado español y el italiano también están en sus planes. “Somos conscientes de las dudas, pero la producción en China no tiene por qué ser algo malo”, me explica en el stand de Byton Martin Schlierf, director de Producto y responsable de Estrategia de la compañía. “Si inviertes en las máquinas correctas y en cierto nivel de fabricación, puedes conseguir la mejor calidad. Así que estamos centrándonos en la calidad premium, pero no en ser como un Clase S, porque es imposible; por supuesto que queremos tener un coche bonito,
que se conduzca bien y que desprenda calidad, aunque sin intentar superar a otros”, reitera. “Esa es una de las razones por las que estamos aquí [en el Salón de Fráncfort], para interactuar con la gente lo antes posible y dejar que se haga lo mismo con el coche, que se suban a él y experimenten todo esto. Y pensamos que una vez que estén dentro, podremos convencerlos".
La verdad es que el M-Byte no promete ser barato... Su precio base arrancará en 45.000 euros sin impuestos, y por esa cantidad ya hay muchas alternativas de compra mucho más conocidas. Pero aun así, están convencidos de estar dando una cifra muy competitiva, por lo que la sensación que transmiten es la de estar muy seguros de lo que van a hacer en los próximos años.
Y puede que los coches chinos más asequibles no sean tan premium como este que te acabo de presentar, pero nadie da duros a pesetas y no son pocos los fabricantes europeos que también te hacen pasar por caja si quieres eliminar de tu coche los plásticos duros o acomodarte en unos asientos de cuero.
¿De qué dependerá, pues, el éxito o el fracaso del desembarco chino en España? ¿Será una cuestión de calidad? ¿Aranceles? ¿Prejuicios?... ¿O todo a la vez? Rebeca Álvarez