TEST S. Rexton e-XDI 220 4WD AT
El SsangYong Rexton ofrece hasta tres toneladas de capacidad de remolque, una carrocería grande y llamativa y un precio barato como ningún otro. ¿Dónde está el truco?
EN ESPAÑA SOMOS MUY DE PRESUMIR y, al mismo tiempo, muy de mirar por nuestro bolsillo. Así que deja que te haga un planteamiento tan superficial como cierto: 14,5 euros/kilo es lo que pagarás por este Rexton en su versión de acceso a la gama. Si vas a la compra habitualmente, sabrás que por ese dinero sólo puedes comprar jamón de bodega y carne de cerdo, pero nada que te deleite más el paladar. En cambio este SUV de 4,8 metros de largo e imponente presencia por fuera no da sensación de ser algo barato.
Y no es cosa mía, es lo que deben pensar los peatones que me miran impresionados cuando paro en un semáforo. No, tampoco es que abran la boca como si fuera en un Bugatti, pero te prometo que hay algo en este SsangYong que impresiona.
Como es lógico es una cuestión de tamaño y de peso, porque ante sí se topan con una mole de más de dos toneladas que es capaz de remolcar hasta 3.000 kilos extra. Si buscas un coche con mucha capacidad de arrastre, puedes tener claro que no vas a encontrar ninguno por este precio.
Esto es posible porque bajo su carrocería se esconde un robusto chasis de travesaños. Aunque, a su vez, compromete su respuesta en carretera y la comodidad, ya que en las curvas los balanceos son casi inevitables.
La unidad que yo he probado es la más alta de la gama y viene equipada con siete plazas, cambio automático por convertidor de par (suave, pero lento, de origen Mercedes) y, sobre todo, con tracción a las cuatro ruedas (existe un acabado básico 4x2). Este sistema es de manejo sencillo, pero muy completo: se conecta manualmente y te permite elegir entre tracción trasera, total y reductora. Así que es un modelo con verdaderas capacidades todoterreno.
Eso sí, este coche está pensado para aquellos que conducen con relajación, sin pisar a fondo en autovías ni hacer chirriar las ruedas en carreteras de curvas, porque la dirección
no es muy comunicativa. Además, te recomiendo usar la posición 4H si la superficie se pone resbaladiza, porque el ESP, en ocasiones, es demasiado permisivo y es mejor que te ahorres un susto.
Sólo me queda hablar de su motor, un 2,2 litros diésel de cuatro cilindros con 181 CV. Muestra un gran temperamento, pero no grandes prestaciones, como puedes comprobar en la ficha técnica. Y su sonido no se puede decir que sea de lo más refinado. Un último dato: su gasto real en este test ha sido de 9,1 litros.