TEST Nissan X-Trail 1.7 dCi 4x4
El Nissan X-Trail estrena un motor diésel 1.7 más eficiente, ahora con 150 CV en lugar del 1.6 anterior de 130. Lo probamos a fondo y te contamos si el cambio es a mejor
LAS LEYES MÁS BÁSICAS DE LA ECONOMÍA DICEN que la competencia es buena. Hace que saques lo mejor de ti mismo o, en el caso de un negocio, que busques los mecanismos adecuados para superar a los demás y, por tanto, a ti mismo. No tener competencia o dormirse en los laureles, hace que cada vez seas menos competitivo, aunque no te estés dando cuenta. Pero nada de eso ha pasado con los ingenieros de Nissan y con su X-Trail, sabedores de la tendencia del mercado a maximizar la eficiencia de los motores de combustión, en parte, por las exigentes leyes anticontaminación y, en parte, por la llegada en masa de energías alternativas sostenibles, sobre el papel, más limpias y atractivas para usuarios y administraciones.
Por eso, el nuevo bloque 1.7 dCi desarrollado por la alianza Renault/ Nissan ya cumple con la normativa Euro6d-Temp y, de paso, aumenta la potencia desde los 130 CV del antiguo 1.6 dCi hasta los 150 CV, haciendo lo mismo con el par motor, que pasa de 320 a 340 Nm. Al igual que el motor antiguo, el nuevo se muestra algo tosco al arrancar, hasta que coge algo de temperatura, filtrando vibraciones al volante y a la palanca de cambios que, poco a poco, van mitigándose. Por cierto, esta palanca de seis velocidades es agradable de accionar, pero sus recorridos son algo largos.
En los primeros compases muestra mucha alegría en las velocidades más bajas. Empuja con convicción y se le nota con más agilidad que antaño, si bien la entrega de potencia es un pelín brusca. Eso sí, adelantar es una maravilla. Según vas subiendo relaciones se mitiga la entrega de fuerza, hasta llegar a una sexta marcha claramente enfocada a contener el consumo y que, cada vez que bajas de 2.000 vueltas, obliga a reducir. A su favor, puedes rodar y rodar a cruceros de 120 km/h con el coche cargado y con un gasto de combustible que rondará los 6,5 l/100 km.
Puedes ir por autopista o autovía de manera cómoda y segura. Y por carretera también. Pero no invita precisamente a ir rápido con él en
zonas reviradas. Percibes enseguida balanceos, no hasta el punto de perder estabilidad, pero sí para hacerte ver que debes aminorar el ritmo si no quieres acabar con el stock de biodramina de la siguiente farmacia por la que pases...
Por supuesto, este tarado de las suspensiones sí que le viene mucho mejor si lo sacas a pasear por alguno de esos caminos de Dios. Ya te puedes encontrar baches y piedras que la comodidad a bordo no se verá excesivamente comprometida.
La versatilidad aumenta gracias a su sistema de tracción total All Mode 4x4. Al final, este X-Trail sigue siendo capaz de salir del asfalto con más garantías que sus rivales. Además, el manejo del sistema a través de una ruleta es tremendamente sencillo y una altura libre al suelo de 210 mm (30 más que un Qashqai) te permiten superar obstáculos variados, algunos nada sencillos.
Tampoco te va a resultar sencillo elegir cómo quieres cargar el coche, pues gracias a un interior tan grande como modulable puedes ir de viaje desde con cinco adultos, hasta escaparte una mañana de sábado con los asientos traseros plegados y la bicicleta de montaña dentro sin tener que desmontar ninguna rueda. Las posibilidades de mover la segunda fila, de abatir los respaldos con faci
lidad o un maletero que tiene hasta 2.000 litros de capacidad, hacen todo eso posible. También tienes la opción de pedir una tercera fila con dos asientos escamoteables. Su acceso es muy estrecho (no la llevaba esta unidad, pero ya lo he podido comprobar en otros X-trail que han pasado anteriormente por mis manos), pero con este acabado Tekna, te cuesta solo 400 euros más y en un momento dado, para llevar a algún niño, te puede sacar de un apuro.
Sí habría que mejorar un detalle del interior: su consola central monta demasiados plásticos duros; y eso, con una factura que supera los 40.000 euros en esta versión tope de gama, debería cuidarse algo más. Pero también es cierto que el equipamiento difícilmente puede ser más completo. Y si no me crees, échale un vistazo a la tabla de la derecha: no falta de nada. Entre esas opciones, el escudo de protección inteligente combinado con el sistema ProPilot, hace que una conducción semiautónoma se combine con unos sistemas de seguridad anticolisión al más alto nivel. También contarás con cámara de 3600 para tu conducción off road o un completo equipo multimedia con navegador 3D.
Si no quieres tanta floritura, tienes una versión 4x2 de este motor por poco más de 30.000 euros (versión Acenta), con lo que ya no tienes excusa si ahora eres tú el que se duerme en los laureles...