¿Siempre has querido tener un Mini? Aquí te contamos qué tal va como usado
Un Mini con motor de tres cilindros debe apelar al corazón y a la mente. ¿Es capaz de hacer ambas cosas?
LA REVOLUCIÓN BRITÁNICA COMENZÓ HACE 60 AÑOS. Con el Mini original. En 2001, BMW entró en la historia de la marca y obtuvo un gran éxito con la reedición. Hoy, Mini representa una completa familia de versiones, algunas de las cuales apuntan muy alto. En la tercera generación, dentro de la época bávara, este coche de tres puertas creció hasta los 3,81 metros de longitud.
También lo hizo en términos de calidad y lo logró con una curva ascendente: en los dos primeros años de esta generación del modelo, hubo serios problemas en el motor debido a fallos en los cojinetes del cigüeñal. Pero BMW resolvió este problema con una campaña de revisión. No obstante, es recomendable comprar las unidades fabricadas a partir de 2016. ¡Evitarás averías!
En el mercado de ocasión hay alternativas de coches pequeños más espaciosos y por menos dinero, pero los conductores de un Mini toman su decisión de compra más bien con el corazón. Nuestra unidad proviene de un concesionario y ha recorrido 62.600 kilómetros en poco más de tres años. Su equipamiento de serie es bastante simple: luces halógenas, llantas de acero de 15 pulgadas y volante de plástico. Es un coche casi espartano, aunque parezca la crème de la crème. Como extras, solo cuenta con el sistema de sonido Harman Kardon, la conectividad bluetooth y los asientos con calefacción.
El motor gasolina turbo de tres cilindros (B38) con 102 CV es incluso ahorrador si no te pasas con el acelerador y tiene un funcionamiento muy agradable. Es el elemento que más lógica le añade a la compra.
Su precio como coche usado es de 10.930 euros. No, no es barato, pero la perspectiva de un mayor valor residual, superior a la media