Coches de traca: Siempre ha habido coches de lo más ‘explosivos’ y que se han salido de los cánones del mercado
En un mundo de grandes fusiones, plataformas compartidas y ahorro de costes, pocos se atreven hoy con vehículos explosivos que dinamiten el mercado. Pero siempre hubo intentos, aunque acabasen con suerte desigual...
YA NO SABEN QUÉ INVENTAR, OYE. Pero esta frase no es mía, sino que la pronunciaba con desdén mi difunta abuela cada vez que veía algo realmente novedoso en cualquier ámbito de la vida. Y aunque hoy día ningún fabricante de vehículos esté dispuesto a reinventar la rueda y tienda a fusionarse con los grandes grupos de la competencia, compartir plataformas y, en definitiva, ahorrar costes en sus ansias de satisfacer rápidamente las demandas del mercado, lo cierto es que cualquier innovación, tenga éxito o no en el futuro, puede ser rentable si, al menos, da que hablar y se hace viral.
En las últimas semanas, así ha sucedido con la eclosión del pick-up eléctrico Tesla Cybertruck (sobre estas líneas), que ha provocado un au
Exito claro o todo un fracaso: los modelos rompedores (dcha) han dejado al mercado de todo menos indiferente
téntico bombazo informativo en torno a un producto que ha hecho añicos los cánones imperantes en este segmento en cuanto a concepto general, líneas, funcionalidad, electromovilidad...
Franz von Holzhausen (a la derecha) fue el encargado hace unas semanas, en el Salón de Los Ángeles, de tirar una bola de acero para demostrar la fortaleza de los cristales del Cybertruck... y acabar rompiéndolos. Con todo, sus incondicionales aplaudieron a rabiar. Ese momento sí que fue de traca, pero el jefe de Tesla, Elon Musk y él mismo se debieron de frotar las manos, porque consiguieron aún más repercusión para su engendro. Te podrá gustar o no, pero cumplió bien con la premisa de "una creación que no debe parecerse a lo que todos esperan".
Más que formas explosivas
El Cybertruck parece, ante todo, un loable esfuerzo de llamar la atención, aunque proviene de una marca que, excentricidades aparte, abrió el camino para demostrar que los coches enchufables podían recorrer 400 km cuando la competencia sólo ofrecía entre 60 y 100 kilómetros. Así que habrá que probar el invento antes de juzgarlo, ¿no?
Como ves en estas páginas, ese afán por hacer cosas diferentes ha motivado siempre a muchos ingenieros a lanzar productos rompedores, a simple vista, bajo el capó, en sus prestaciones... o todo a la vez.
Muchas ideas geniales nacieron en tiempos de escasez (los microcoches de posguerra son buenos y numerosos ejemplos). Otras veces, sucede lo contrario: la abundancia de recursos da rienda suelta a la imaginación, sea para ganar carreras o, simplemente, como ejercicio de diseño para un Salón internacional del Automóvil. ¿Y qué hay de esas soluciones que solamente se mantienen como sello diferenciador de una marca? ¡Si el propio automóvil nació como una locura en la que una maquinaria ruidosa sustituía a los animales que la arrastraban! Aquí hay muchos vehículos que fueron un éxito y se convirtieron en icónicos... o, muy al contrario, que fueron un auténtico fracaso por llegar en el momento equivocado, no ir acompañados de una campaña de marketing adecuada o por estar mal diseñados, sin más.
También hemos querido seleccionar un museo de aciertos y desaciertos en el que hubiera coches, motos y vehículos a medio camino entre ambos, con dos, tres o cuatro ruedas, pero a lo largo de la historia hay infinidad de ejemplos. ¿Cuáles pondrías tú?