Porsche 718 Spyder: con motor de seis cilindros y nada menos que 420 CV
Un motivo de alegría: el motor del Porsche 718 Spyder no tiene cuatro, sino seis cilindros. Eso explica que, con sus cuatro litros, alcance los 420 CV. Lo hemos probado
SI VAS POR LA CALLE Y TE CRUZAS CON UN Porsche 718 Spyder de color amarillo, que va circulando sin capota, a pesar de que el día es frío y lluvioso, seguramente pensarás que su conductor se ha vuelto loco. Y más los que se han cruzado conmigo y han visto dibujada una enorme sonrisa en mi cara mientras aceleraba a fondo.
Puede que otros se hayan cuestionado si habré tomado alguna droga. Pero de eso nada, simplemente este coche te seduce para que cantes y bailes bajo la lluvia. La capota blanda, que se extiende hacia atrás y se ancla en los laterales de las dos jorobas, es de altísima calidad y cuando está cerrada se ve realmente elegante, pero a más de 200 km/h molesta, porque genera un ruido que ni el sistema de sonido, ni el pasajero pueden igualar. Así que, mejor deshacerse de ella... Y debido a que su extracción es algo engorrosa (se suelta el marco con un botón, pero el desbloqueo de las aletas en la parte posterior se hace manualmente, se pliega todo a mano y luego se esconde debajo del maletero), mejor dejarla guardada lo antes posible. Así, de paso, puedes escuchar el motor mucho mejor, lo cual es de agradecer.
Monta un bóxer de cuatro litros, justo detrás de los dos afortunados pasajeros que puedan acomodarse en los asientos deportivos opcionales (5.355 euros). En comparación con el Boxster normal, el Spyder tiene un turbo menos, pero dos cilindros más. El 4.0 entrega 420 CV a las ruedas traseras, acompañado por el irresistible sonido del bóxer cuando llega alrededor de las 4.500 vueltas. El Spyder hace lo que promete, y en circuito las sensaciones se multiplican.
Este motor atmosférico arranca con suavidad, pero llega a los 200 km/h en sólo 13,7 segundos y no para de subir con energía hasta las 8.000 rpm. A través de sus seis perfectas relaciones del cambio, dejas que tu mano fluya casi de forma intuitiva, arrogante y natural. La dirección también funciona con extrema precisión y parece estar directamente conectada a las ruedas delanteras de 20 pulgadas. Todo funciona con una precisión que enamora.
Simplemente, ideas la curva que quieres hacer, giras y gritas de felicidad. Parece que cada giro es capaz de ir un poco más rápido. Yo tengo la suerte de estar probándolo en circuito y aquí este atleta de motor central se muestra afinadamente equilibrado y se controla a la perfección. Aunque la parte trasera se mueve bastante a causa de la lluvia. Pero si no apagas el control de estabilidad, puedes llevarlo incluso de forma relajada. Y la comodidad que aporta es suficiente como para usar este bólido para un fin de semana romántico junto a tu pareja.
Al terminar el test, el Spyder ha consumido 11,5 l/100 km. Este modelo cuesta, al menos, 107.612 euros, pero es muy probable que el precio ascienda bastante por el número de extras que puede incorporar. Y es que tamaña diversión a cielo abierto requiere mucha solvencia económica. El resto de los mortales, nos quedamos plantados bajo la lluvia, aunque siempre podemos cantar, que eso sale gratis.