COMPARATIVA Skoda Kamiq contra sus rivales: Seat Arona y VW T-Cross
Misma plataforma, distintos ingredientes: el Skoda Kamiq se enfrenta a sus hermanos el Seat Arona y Volkswagen T-Cross
Estos pequeños SUV son prácticos, dinámicos, ligeros y, sobre todo, asequibles
QUE LOS TRES UTILICEN LA MISMA BASE no significa que obtengan los mismos resultados. Y ese es exactamente el motivo por el que esta comparativa tiene un atractivo muy especial. Hablamos de los SUV más pequeños de tres marcas hermanas: Seat, Skoda y Volkswagen; todos basados en la plataforma MQB-A0 y, aunque ya hemos probado antes de forma individual este trío de moda, los hemos juntado para ver cuál resulta ser el más completo. Dimos la bienvenida al Seat Arona en noviembre de 2017, el VW T-Cross se unió en abril de 2019, y el Skoda Kamiq completó la familia SUV después del verano. Para esta comparativa los tres llegan con cambio manual y un motor de tres cilindros de un litro con 115 CV. Pero no te creas que hablamos, ni de lejos, de tres coches similares.
Lo que ofrecen: Skoda establece el estándar en calidad
El Kamiq mide 4,24 metros de largo, así que supera incluso al T-Roc, un SUV de una categoría algo superior. Concretamente, y si nos ceñimos a nuestros tres protagonistas, mide 10 centímetros más que el Arona y 13 más que el VW. Y esto también se nota dentro, porque no sólo cuenta con más espacio para obtener más puntos, sino para ofrecer una experiencia a bordo más relajada.
Tanto el T-Cross como el Kamiq tienen mucho espacio en la parte delantera, pero la principal diferencia es la altura del asiento. Y nos gustan los 58 centímetros a los que se sitúa la butaca del Kamiq respecto al suelo, porque el del T-Cros está a 63 cm, así que los conductores de baja estatura casi tienen que escalar para llegar a sentarse. Y por eso precisamente te sentirás más integrado en el Kamiq.
En la parte posterior, el checo juega una carta importante: su batalla tiene diez centímetros adicionales. Así que, con los asientos delanteros configurados en la misma posición, la tripulación del Kamiq tiene 1,5 cm más de espacio para las rodillas. No parece mucho, pero permite que los conductores de mayor altura vayan más holgados. Y también alegra a sus ocupantes a la hora de cargar el
equipaje. Un máximo de 1.395 litros caben en el maletero si abates los asientos, alrededor de 100 más que en el VW y el Seat. A cambio, el TCross puntúa con la mejor segunda fila de asientos, porque te permite no tener que doblar tanto las piernas.
El Arona es, sin duda, el coche más enfocado al conductor. Delante el espacio está bien, muy parejo al de sus hermanos. Sin embargo, detrás las rodillas chocan antes con los respaldos y la línea de cintura ascendente da una sensación más claustrofóbica.
Cuando comparamos los salpicaderos, nos sorprende lo que parece un cambio de roles: con plásticos mullidos y una gran pantalla de navegación (incluido el cuadro de mandos digital, en opción, por 760 euros), el Skoda nos enamora y transmite un halo de refinamiento. El Volkswagen, por su parte, abusa mucho de los plásticos duros, aunque transmite solidez gracias a sus buenos ajustes. También ofrece grandes acabados el Seat, pero nos parece que los controles del climatizador (como en sus hermanos) se sitúan muy bajos. Lo mismo sucede con su nave
El Kamiq ha hecho el mejor trabajo de los tres a la hora de insonorizar todo el habitáculo
gador, que podría situarse algo más elevado, para no tener que retirar la vista de la carretera. Además, da la información de atascos sólo a través del sistema TMC (Radio FM) y no por Internet RTTI. En detalles así se nota que el Arona nació en 2017.
Así se conducen: al frenar, el Volkswagen se pone por delante
Estos tres mini SUV apenas difieren en su rendimiento. El Seat tiene relaciones de cambio más cortas, por lo que se pone por delante a la hora de recuperar, por ejemplo, en adelantamientos. Eso sí, queda por detrás en autovía cuando vas con el pie derecho a fondo. Aunque, al final, los tres muestran mucho temperamento y estiran con brío hasta la barrera de las 6.000 vueltas.
El Kamiq permanece siempre algo más silencioso: los checos han aislado muy bien el gruñón propulsor de tres cilindros. También el chasis del Skoda está muy bien ajustado: la suspensión y los amortiguadores filtran casi todas las irregularidades de la carretera, mientras que su conducción se muestra estable y sin balanceos.
El Volkswagen (como el Seat, con unas llantas de 18 pulgadas) transmite de forma más directa lo que sucede en el asfalto, mientras que en el Arona el eje delantero se muestra algo nervioso cuando los rotos se hacen más evidentes.
Donde no destacan los checos es a la hora de frenar, ya que el Kamiq se detiene a los 36,4 metros desde 100 km/h. Más tarde que el Seat (36,0) y el Volkswagen (35,6).
Pasar por caja: el Seat obtiene el liderato en los costes
Es una pena, pero es mejor que te olvides de los precios de partida de estos modelos: sobre los 20.000 euros. En las configuraciones de esta prueba, el T-Cross, con 21.310 euros, es el más barato, y el Kamiq, con 23.790, el más caro. Por su parte, el Arona, con 23.500 euros, se sitúa en el punto medio. Eso sí, todos tienen mantenimiento anual y garantía de solo dos años; así que deberían mejorar en estos apartados.