CARA A CARA Audi Q3 SB vs Jaguar E-Pace: dos SUV compactos con algo más
Hay quien dice que la verdadera belleza reside en el interior (y no seré yo quien diga lo contrario), aunque los Audi Q3 Sportback y Jaguar E-Pace de este cara a cara se empeñan, justamente, en conquistarte primero por la vista
EL UNIVERSO SUV ES, AÑO A AÑO, MÁS Y MÁS EXTENSO. Cada vez se hace más complicado decidir cuál es el más apropiado en función de unas necesidades concretas y la decisión de compra puede dar más de un quebradero de cabeza. ¡Pues vamos a echar más madera!
En esta ocasión, me voy a centrar en el mercado premium y para eso he citado a dos modelos compactos cuyo impacto visual está fuera de toda duda. Sí, se exhiben por fuera con diseños tipo coupé, líneas afiladas, ángulos muy marcados y superficies esculpidas con mucho talento. ¿El reto? Deberán justificar si todo ese despliegue estilístico compensa en el lado de la practicidad y del uso diario.
Empiezo por el Jaguar, que luce un llamativo color rojo. El E-Pace es el más pequeño de la gama SUV del fabricante británico: mide 4,4 metros de longitud y roza los dos de anchura. ¿Cómo le dejan esas dimensiones con respecto al Audi? El de Ingolstadt llega a la convocatoria vestido con un traje azul muy pintón y unas llantas de 18 pulgadas que le sientan realmente bien. Es algo más grande (10 centímetros más largo), pero más estrecho y también más bajito. Eso sí, en cuanto a distancia entre ejes, ambos ofrecen la misma medida, lo que debería dejarles en un empate técnico en amplitud interior. Pero eso lo veré luego. Primero hay que presentar a los corazones de estos dos SUV. He elegido dos bloques de gasolina muy parecidos, ambos con dos litros de cilindrada y generosas cifras de potencia. Eso me va a valer para demostrar que coches de estas características también pueden ser divertidos al volante.
El Jaguar alcanza los 250 CV con 365 Nm de par, mientras que el Audi se conforma con 231 CV y 350 Nm. ¿Lo curioso? Le saca más partido. Digo esto porque sólo tienes que echar un vistazo a las cifras de prestaciones para darte cuenta de que ambos se mueven en universos distintos. El Audi es siempre más enérgico, más vivo y eso se debe, sobre todo, a que tiene que lidiar con mucho menos peso: 1.700 kilos para el Q3, 1.869 para el E-Pace. Eso es como llevar siempre encima a dos personas de 95 kilos cada una, lo que es mucho. Si el Jaguar se sometiese a una dura dieta de adelgazamiento, seguramente haría valer mejor su cambio automático de hasta nueve velocidades, firmado por ZF, una virguería de transmisión (es de convertidor
Los dos recurren a la tracción integral para trasladar toda la potencia al suelo
de par, por la de doble embrague del Audi Q3). La posición al volante es algo mejor en el Audi, con unos asientos que recogen mejor la espalda y te sitúan al volante más integrado que en el Jaguar. Los del E-Pace no son malos, pero su mullido es más blando y tu espalda se mueve más en los apoyos fuertes.
Hablando de dinamismo, estos dos SUV son capaces de sacarte una sonrisa siempre que aprietes el acelerador. Ya he dicho que el dos litros del Q3 resulta más vivo, lo que casa perfectamente con un chasis que aguanta el tipo cada vez que te animas en una carretera de montaña. ¿La culpa? El Audi drive select, que configura la respuesta general en función del programa que selecciones. Si eliges el más dinámico vas a obtener un tacto de conducción más ágil, con una dirección más rápida y obediente, un motor más explosivo y un cambio automático casi instantáneo en las transiciones.
El Jaguar, por su parte, cumple de sobra y te deleita con sus aceleraciones, pero no llega a la exhibición del Audi. Su cambio de nueve velocidades busca más el ahorro de combustible que la rapidez. Es más cómodo, suave y casi imperceptible, pero le falta la rapidez del DSG del Q3 y eso es algo que notas rápidamente cuando pasas al modo manual y juegas con las levas que hay detrás del volante. El chasis del inglés es también más comodón, con una suspensión que busca, sobre todo, el confort del pasaje y que vayan pasando los kilómetros sin que tu espalda lo note.
Eso significa que sabe filtrar mejor las ondulaciones de la carretera, aunque a cambio tengas una conducción menos ágil y más subviradora (su peso también es, en gran parte, el culpable).
Los frenos también son un poco más eficaces en el Audi. No hay grandes diferencias, pero el tacto del pedal está más logrado en el Audi y las distancias de detención son algo más cortas. En cualquier caso, ninguno de los dos aguanta un uso despiadado y no te recomiendo que abuses de una conducción excesivamente dinámica, con frenadas intensas y reiteradas. Sobre todo, por que al límite, estos dos SUV resultan ser (también) muy tragones. Eso sí, en consumo, el Q3 sabe ajustar más las cifras (una vez más el peso impone su ley a favor del de Ingolstadt). Pero no te engañes, aún con todo, es casi imposible bajar de los 7,0 litros en el Audi (en el caso del Jaguar, el gasto es algo más alto y se sitúa un litro por encima). Lo bueno del E-Pace es que hace valer su mayor depósito de combustible, para ofrecer un mejor dato de autonomía.
Toca analizar los interiores. La calidad del Audi está por encima del Jaguar y casi me atrevería a decir que del todo el segmento. Nadie elige los materiales y los ajusta tan bien como la marca de los cuatro aros. En cuanto a amplitud, el Q3 es algo más estrecho, y eso que cuenta con una carrocería un poco más grande. Pero el inglés sabe sacar más partido a sus dimensiones y ofrece más centímetros para los hombros y las rodillas
de los ocupantes de las plazas traseras y más altura para la cabeza en ambas filas de asientos. En maletero, el Q3 tiene todas las de ganar, ya que ofrece más volumen de carga tanto en configuración de cinco plazas como al abatir los respaldos traseros. Eso sí, el Jaguar tiene una altura de carga más baja y accesible, algo que seguro que agradeces cuando tienes que levantar objetos grandes.
En cuanto a equipamiento, el Jaguar ofrece una dotación de serie más completa con unos elementos por los que en el Audi tendrás que pagar. En ambos casos tienes a tu disposición una buena cantidad de asistentes a la conducción y elementos de confort para hacer de la conducción algo más fácil y relajado.
¿Precio? Jaguar pone el listón un poco más alto y su tarifa se eleva hasta los casi 54.000 euros, mientras que Audi pide por su Q3 Sportback casi 51.000 euros, una diferencia notable. Punto para el alemán. En cualquier caso, los dos son SUV premium de muchos quilates con los que no te vas a sentir defraudado. Si quieres más diversión al volante, el Q3 debe ser tu candidato. En cambio, si prefieres más confort, el E-Pace te convencerá plenamente.