TEST Porsche Macan GTS Un SUV para vivir auténticas sensaciones deportivas
Si hay un SUV que te haga vivir sensaciones deportivas de verdad, ese es el último Porsche Macan GTS
SIN EXAGERAR: SI PORSCHE SE DECIDIERA A HACER una caja de zapatos, esa sería la más deportiva y con mejor puesta a punto de entre todas sus cajas de zapatos rivales.
De acuerdo, he exagerado un poco, lo sé, pero esto me sirve de ejemplo para que entiendas lo que te voy a contar. Si hace dos números tenía la oportunidad de probar el Cayenne GTS y me tenía que quitar el sombrero ante la exhibición de este mastodonte de 4,93 metros de longitud y 2.220 kilos de peso, este Macan con las mismas siglas lo hace todavía mejor. La varita mágica de la marca de Stuttgart es todopoderosa y da igual el tamaño. Es cierto que el Macan GTS no rueda a sus anchas en el extraño planeta de los SUV deportivos: un Alfa Romeo Stelvio QV también es capaz de extraerte mucha adrenalina, pero sus 510 CV no casan con tanta armonía con el chasis, la dirección o los frenos. En el Macan GTS, sí.
Para poder diferenciarlo del resto de la gama te vas a tener que fijar y mucho, porque los detalles que lo identifican son mínimos. Para empezar, la parte frontal y la trasera están representadas por el paquete Sport Design, que es de serie. ¿Qué supone? Detalles específicos de poco calado como los faros oscurecidos y otras partes que van en negro en el frontal y en los laterales. Salto dentro. El uso del Alcántara predomina y busca darle una mayor calidad y exclusividad a esta versión. Pero tampoco se distingue mucho más.
Giro la llave. Debajo del capó me acompaña un V6 con doble turbo de 2,9 litros que desarrolla 381 CV, 27 más que el Macan S y 61 menos que el Macan Turbo. Suena con mucho ímpetu y, gracias a sus dos grandes aliados (el cambio automático PDK y la tracción integral), la fuerza se traslada al suelo con total eficacia y sin pérdidas. Firma un 0-100 km/h en 4,9 segundos (mediciones pro
Porsche Macan GTS