Así se camuflan los coches
El diseño de coches es una ciencia, pero también las técnicas para mantener en secreto sus formas
CUANDO UN FABRICANTE DE COCHES está preparando un nuevo modelo, se muestra tan receloso y encorsetado como la levita del tío Gilito. La mera idea de que clientes o competidores puedan descubrir su apariencia pone los pelos de punta al equipo de seguridad de una marca.
Si los detalles sobre un coche se conocen demasiado pronto, la competencia puede prepararse y ese modelo en concreto podría hacerse más difícil de vender. Eso no lo quiere nadie. Pero, a pesar de ello, BMW nos ha dejado entrar en su dependencia más secreta y sagrada: el taller donde camufla sus futuros modelos.
Solo unos pocos, incluso dentro de BMW, saben dónde se encuentra este Centro de Investigación e Innovación de la marca dentro de su sede, en el norte de Múnich, que ya ha crecido hasta ser como un barrio entero.
Esta visita es muy especial, porque David Ferrufino nos va a mostrar no sólo cómo se trabaja en la sección de camuflaje, sino también un ejemplo sobre el nuevo i4.
Todo ello en el más absoluto secreto de una cámara a la que casi nadie puede acceder.
Cuando un coche nuevo va a salir al mercado, el valor de sus prototipos es de millones, quizá incluso miles de millones. Por ello, el esfuerzo que implica mantener en secreto la información sobre este tipo de vehículos durante el mayor tiempo posible es realmente colosal.
Así, en marcas como BMW, hay profesionales especializados en el camuflaje de coches. Y, seamos sinceros, para gente como nosotros, dichos prototipos tienen tanto de misterioso como de deseo, porque ocultan la tecnología de los coches del mañana, como en una película de agentes se
cretos. Y esto es más cierto que nunca para un vehículo tan nuevo como el BMW i4 eléctrico, que actualmente se está desarrollando junto con las nuevas variantes de combustión del Serie 4 Coupé, Cabrio y el Gran Coupé de cuatro puertas, que se lanzarán el año que viene. Hasta entonces, al equipo de desarrollo del i4 le queda una interminable lista de proyectos por acabar. En su jerga: semáforos para cambiar de rojo a verde.
Una seguridad de película
Muchos de los test se llevaran a cabo en los protegidos centros de pruebas de Aschheim (Alemania), Arjeplog (Suecia) o Miramas (Francia), cuando no se realicen virtualmente. Pero no todos se harán ocultos de las miradas, innumerables pruebas de conducción tendrán lugar en el tráfico abierto de América, Asia y Europa. Y aquí es donde entran en juego los camufladores profesionales.
Después de pasar por muchas puertas, pasillos y escaleras grises, David Ferrufino, finalmente, se para frente a un portal que sólo se abre tras
una corta llamada, casi esperaba un escáner de iris o algo así, como en las películas.
Detrás de una puerta giratoria, llegamos al área W08, que está tan limpia como un quirófano. Las lámparas LED del techo iluminan cada puesto de trabajo y dos técnicos subidos a elevadores trabajan sobre un vehículo oscuro que apenas se distingue, pues sólo se aprecian las dimensiones de un coche de tamaño medio. Parece que puede ser el nuevo Serie 4, por la suave curva de la parte trasera que apunta a una forma de coupé. Y dado que, en una inspección más cercana, se ven dos puertas a cada lado -cada vez más irreconocibles-, es posible inferir que será el Serie 4 Gran Coupé.
El experto en camuflaje Marinko Petrusic acaba de pegar un trozo de la lámina oscura en el techo. Ahora está instalando un elemento de revestimiento en el pilar C de la derecha, que se supone hará que los contornos del cuatro puertas sean todavía más irreconocibles.
El patrón confuso del prototipo no es producto de la casualidad. Este tipo de camuflaje nació hace 13 años, como resultado de una tesis doctoral, y desde entonces ha seguido desarrollándose y optimizándose.
La razón principal de camuflar un coche es que los conductores y las cámaras vean la menor cantidad posible de detalles del vehículo. Cómo se camufla o cómo cada uno de los elementos son colocados es, de hecho, menos relevante que el patrón que siguen estas láminas.
Hasta 10 kg de material extra
Aplicar estos vinilos en los vehículos es una ciencia en sí misma. "Se necesitan dos personas y alrededor de un día entero para tapar con camuflaje todo el coche de cara a las pruebas de conducción", explica Ferrufino. "Para este propósito, algunas piezas también se atornillan".
El hombro del prototipo se está decorando actualmente con piezas de plástico ABS de tres milímetros de espesor. Se colocan alrededor de 20 elementos por coche, según el modelo. Detalles como los tiradores de las puertas, los retrovisores exteriores y, en particular, las luces se enmascaran con gran gasto de material. Los técnicos van cogiendo de un sistema de estanterías que hay en la pared todo lo que necesitan.
"Estas carcasas de plástico hacen que el coche sea diez kilos más pesado, pero tiene un impacto mínimo en las pruebas dinámicas, lo cual es muy importante para los desarrolladores", explica el ingeniero de BMW Thomas Nock.
Mi fijo con atención y veo que los dos tubos de escape del vehículo son pegatinas... No es de extrañar, estoy en la sección de camuflaje y el supuesto BMW Serie 4 Gran Coupé ha resultado ser el i4, cosa que adivino gracias a la pegatina 'Vehículo Eléctrico' que hay la puerta y en la parte trasera.
Después de que reciba el OK de este taller, el prototipo del i4 saldrá a las calles desfigurado e imposible de reconocer para rodar durante miles de kilómetros hasta que esté listo para su paso a la producción en serie. Aunque ese camino tampoco será fácil.