PRIMER CONTACTO Alfa Romeo Giulia y Stelvio Quadrifoglio Dos italianos radicales, equipados con motor de 510 CV
¡Dos italianos realmente potentes! Alfa Romeo Giulia y Alfa Romeo Stelvio se refrescan para el verano. Aquí tienes la primera toma de contacto al volante de sus respectivas versiones Quadrifoglio con 510 CV
CUÁNTO SE APRENDE CON LA CIENCIA! Según los estudios, sólo una de cada 5.000 plantas de trébol tiene cuatro hojas. ¡Tranquilo, no has terminado accidentalmente en la revista 'Flora y Fauna'! ¡No, esto sigue siendo AUTO BILD! Me explico.
Quadrifoglio es italiano y se traduce como trébol de cuatro hojas o trébol de la suerte. Claro, deberíamos haberlo adivinado: un trébol pegado a los guardabarros de los modelos más deportivos de Giulia y Stelvio. Y, como puedes ver, nos hemos ido a disfrutar a la naturaleza con esta berlina y este SUV que suman 1.020 CV en total. Dos ele
mentos rojos en lo verde, ¡y estos dos rojos son incluso más raros que encontrar un trébol de la suerte!
El año pasado Alfa Romeo no vendió demasiadas unidades del Stelvio Quadrifoglio ni del Giulia con 510 CV. Sea como fuere, vamos a disfrutar al máximo de ellos y de sus respectivos motores de doce cilindros, con sus cuatro tubos de escape, que exhalan un sonido maravillosamente ronco.
Estamos ante los modelos restyling del año 2020. ¡Porque Alfa les ha puesto un poco de pimienta! Esto significa que, con la actualización del producto, el facelift ha ido un poco más allá de lo habitual.
El resultado final son tres innovaciones importantes: Primero, en Alfa Romeo están muy orgullosos de que ambos modelos tengan ahora un completo batallón de asistentes a la conducción. Por ejemplo, asistente activo de mantenimiento de carril o de atascos, avisador de ángulo muerto y
detector de fatiga. Es decir, que cualquiera de estos modelos puede alcanzar el nivel 2 de conducción autónoma.
En segundo lugar, los italianos han mejorado el interior, han construido un receptáculo para la llave en la consola central y detrás de él un compartimento, por 242 euros, para la carga por inducción de teléfonos inteligentes.
Y tercero: hay novedades en el apartado multimedia. Al igual que BMW desde 1999, Alfa Romeo ha confiado en un mando giratorio desde el lanzamiento del Giulia en 2016 (y del Stelvio un año después), pero desafortunadamente no en botones de marcación rápida para teléfono, sistema de navegación y radio, y así controlarlo todo directamente. En este sentido, ahora también se puede gestionar de forma táctil. Sin embargo, la pantalla de 8,8 pulgadas todavía es pequeña. Y, por desgracia, todos los teléfonos inteligentes más básicos tienen mejor resolución que la pantalla del Alfa.
Pero, ¿sabes qué? ¡AMAR SIGNIFICA PERDONAR! Porque aquí tengo dos coches de color rojo brillante (Rojo Competizione, 3.025 euros extra). Y ambos están deseando que les de caña de la buena.
Seamos claros: dondequiera que esté Alfa, también estará Ferrari. El motor V6 de 2,9 litros proviene directamente del 488 GTB/Pista. Vamos a ello. Primero presiono el botón rojo de arranque en el volante, me acomodo en el asiento deportivo maravillosamente diseñado, con reposacabezas totalmente integrados, y echo un vistazo a la instrumentación analógica del Giulia y sólo entonces puedo decir: ¡Gracias, Alfa, ¡no todos somos adictos a esta locura del velocímetro digital!
El Giulia es de propulsión trasera, lo que significa, según la teoría pura de BMW, que el eje delantero controla limpiamente la dirección y no debe soportar fuerzas de tracción. En este sentido, Alfa se orienta hacia el Serie 3 con el Giulia y hacia el M3 con el Quadrifoglio Verde. Y al igual que BMW, Alfa ha montado una transmisión automática de ocho velocidades de ZF, que cambia de marcha de forma totalmente au
El motor V6 de 2,9 litros proviene del Ferrari 488 GTB y ofrece 510 CV de potencia y 600 Nm de par motor
tomática o de forma manual gracias a unas enormes levas fijas situadas detrás del volante.
Y... estimados Alfistas: muchas gracias por esta dirección tan directa. También es necesaria, porque el Giulia es un coche duro de suspensiones y hasta el corazón da un salto al pasar sobre cualquier roto. Sí, en la autopista los neumáticos de nuestra unidad de pruebas en dimensiones 285/40 R 20 deslizan por cada surco como si fuera un camarero con una botella de Campari.Y sí, hay que aprender también cómo se comportan los frenos. De lo contrario, si no dosificas la presión al pisar el pedal, al acercarte a un semáforo en rojo todos pensarán que te acabas de sacar el carné…
Pero ¿y qué? El coche tiene tanta fuerza (600 Nm a 2.500 vueltas) que anhelas que llegue la siguiente curva para que comience de nuevo el espectáculo: frenar, presionar la leva izquierda del volante, reducir, acelerar, subir de marchas con la derecha... El Giulia es tan ágil por vías secundarias que le perdonarás que para entrar a la fila de atrás tengas que hacer contorsionismos con la cabeza y el trasero para evitar salir con moretones.
¿Y el Stelvio? Para ser honestos: un buen coche. ¡Pero mejor con motor diésel! Con este bloque de 510 CV bajo el capó, tracción total y 1,9 toneladas de peso (más de 200 kilos más que el Giulia), este Alfa tiene un problema en la báscula. Y me pregunto: ¿realmente es necesario este
motoraco en un SUV de 4,70 metros, que se tambalea al tomar las curvas rápidamente y no rebota tan suavemente en carreteras irregulares como el Giulia, ni siquiera cuando el tren de rodaje está en modo suave?
Ah sí: ¿cuánto cuesta la diversión? El Giulia Quadrifoglio está disponible por 98.150 euros, el Stelvio con Quadrifoglio cuesta 15.600 euros más. Y luego otros caprichos: para que delante de tu pecho se crucen cinturones de seguridad rojos o verdes (363 euros), y frenos carbocerámicos para entrar a un circuito de vez en cuando por 9.680 euros. Cualquiera que compre algo así les dice a sus amigos habituales: "¡EL ROJO ES AMOR!" Y hoy toca pagar...