VILLANUEVA DE LOS INFANTES
La primera mitad de nuestro camino por la provincia de Ciudad Real comienza en Villanueva de los Infantes, capital de la comarca de Campo de Montiel y considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Cuando llegues, nuestro consejo es que busques aparcamiento cerca de su casco antiguo para descubrir a pie su patrimonio que, como ya te habrás imaginado, no es precisamente escaso. Deberías empezar por acudir a la Plaza Mayor, donde encontrarás un curioso conjunto de estatuas del ingenioso hidalgo
Don Quijote de La Mancha, Sancho Panza y los rocines que infatigablemente los acompañaban en todas sus desventuras. Como telón de fondo, podrás admirar el edificio del Ayuntamiento, que descansa anejo a la espectacular iglesia de San Andrés, que aúna distintos estilos (como el gótico y el herreriano) y entre cuyos muros reposaron durante nada menos que 150 años los restos de Francisco de Quevedo, cuya vida terminó a escasos 500 metros de distancia tras acudir a la localidad ciudadrealeña en busca de atención médica desde La Torre de Juan Abad en 1645. Tampoco deberías perderte, dentro del mismo casco antiguo, la Alhóndiga, la Casa del Arco o el Hospital de Santiago, cuya edificación data del siglo XVII.
¿Te apetece salir a tomar el aire después de haber admirado tanta Historia en tan poco tiempo? Sube al coche y dirígete al sur, donde encontrarás el antiguo puente romano de Triviño (que en tiempos servía para salvar el caprichoso recorrido del cauce del río Jabalón) y, a muy pocos kilómetros de distancia, el
espectacular yacimiento arqueológico de Jamila, en el que encontrarás en un más que aceptable estado de conservación los vestigios de un pequeño asentamiento del siglo XIII a cuyo alrededor giran muchas historias distintas para explicar su origen, su historia... y su final. ¿Has tenido suficiente clase por hoy? Toca cambiar a Ciencias Naturales moviéndonos a las siempre espectaculares Tablas de Daimiel. ¡Sube y vámonos!