Hyundai i30 N Performance
LA N EN EL NOMBRE significa Nürburgring. Toda una declaración de intenciones... Así como su motor 2.0 de 275 CV. Posiblemente esta mecánica no resulte tan enérgica en su respuesta como la del Ford ni tan redonda como el TSI del Golf, pero ofrece una entrega de potencia muy lineal y gira con ganas hasta más allá de las 6000 rpm. Además, el i30 N ofrece un gran espectáculo acústico. Sí, el chisporroteo al reducir y su rugido al acelerar son sonidos creados artificialmente, pero te ponen los pelos de punta y te hacen creer que vas en un coche de carreras. También es una delicia el tacto de su palanca de cambios con recorridos cortos. Sin embargo, en comparación con sus rivales, cuando lo conduces al límite en circuito, los neumáticos carecen del agarre que cabe esperar de un coche de estas características. Y el resultado es que el i30 se muestra mucho más subvirador que el resto.
FORD SABE CÓMO fabricar coches divertidos de conducir. El Focus no sólo es el modelo más rápido de esta comparativa, también es el que transmite mejores sensaciones al volante. Claro, tiene algo más de potencia:
280 CV, pero no es una diferencia sustancial. Lo realmente destacable es que el ST parece más firme, que sus asientos te sujetan como si fueran una camisa de fuerza y que el motor siempre está alerta para dar lo mejor de sí mismo desde poco más de las 2.000 rpm. Así, el
Focus es el mejor sobre el asfalto y se adhiere a la superficie de la carretera con una eficacia impresionante. También en las curvas, claro. Y no pierde la compostura ni en giros enlazados en los que los cambios de pesos suelen jugar malas pasadas, porque la parte trasera redondea la trayectoria y te ayuda a girar con sorprendente facilidad. Como ves, es emocionante en términos de placer de conducción, pero sin comprometer en absoluto la seguridad. Y lo que también es genial es el sonido del propulsor 2.3 EcoBoost de cuatro cilindros.