TEST Audi e-tron Sportback
Si no ves más unidades por la calle, no es por falta de calidad o mal comportamiento: es que el Audi e-tron Sportback es caro. Pero si tienes dónde -y cuándo- cargarlo (y con un enchufe adecuado), resulta espectacular en 'look' y prestaciones
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El Audi e-tron es un todo un portento en cuanto a tecnología, confort y seguridad
HOLA, JUANMA, ¿QUÉ TAL? ME PRESTAS TU AUDI 80 TDI del 91? Sí, sigo probando el e-tron y es una pasada. Pero, ¡ejem!, lleva 18 horas cargando en el enchufe normal de mis padres y... únicamente llevo 42 km de autonomía". Aún me duele en el orgullo esta conversación totalmente real con uno de mis mejores amigos. Y todavía se sigue riendo de mi desgracia por no poner disponer de un coche tan caro cuando de verdad me hacía falta un medio de transporte con todos mis cacharrillos clásicos indispuestos (uno, de baja temporal; otro, sin ITV; aquel, sin seguro; el de más allá, sin motor... ¡Lo típico en casa, vaya!).
Pero una vez salvada la papeleta –y habiéndome dado el gustazo de conducir un Audi con solera para que el contraste fuera todavía mayor–, reconozco que tengo que darle la razón en algo: no es de recibo que un eléctrico siga planteando estas cosas. Como tampoco lo es que prometa unos 400 km de autonomía si mengua tantísimo esa ratio estimada cuando te dispones a disfrutar un poco de sus virtudes: 408 CV de potencia, aceleración desde parado hasta los 100 por hora en 5,8 segundos... ¿Demasiado peso? ¿Le penalizan en exceso su estética y capacidades camperas?
Eso sí, igual que te digo una cosa, te digo la otra: las que acabo de mencionar son casi las únicas pegas que le he puesto tras a este precioso y esperadísimo vehículo 100% eléctrico en su versión Sportback. ¿Son peros suficientes para descartar el modelo? Eso al final lo tendrás que decidir tú, por supuesto, pero creo que merece la pena analizar a fondo todas sus bondades, que las hay y son muchas.
De hecho, lo justo sería tomarse este coche como un escaparate de todo lo que la firma alemana es capaz de ofrecer en un coche a pilas... una década después de que nos adelantara en Ingolstadt (me acuerdo como si fuera ayer) sus planes de electromovilidad. Y aquí estoy ahora, ante la versión Sportback del todocamino etron –a mí me encanta esta carrocería–, con el acabado S-Line (no confundir con el modelo e-tron S Sportback, con 506 CV, desde 102.600 euros) y con la mítica tracción total quattro, que es una de las cosas que sí valen la pena elegir en este coche eléctrico.
Otras peticiones, como ves en la lista, pueden disparar el precio hasta el infinito, pero eso y las levas al volante para regular en tiempo real el tipo de conducción que quieres hacer en cada momento (y lo que retienes y recargas) es básico para disfrutar de un SUV, cuya versatilidad se debe también a los modos de pilotaje, prácticos aunque con controles un poco perdidos en la consola: Auto, Confort, Allroad, Efficiency... ¡y hasta Offroad! Sólo acusa un poco en carreteras viradas sus 2.555 kilos y una dirección que podría ser más rápida y comunicativa. Y los retrovisores con cámara te los puedes ahorrar: son más aerodinámicos que los espejos, pero se ven peor, cuesta acostumbrarse a que sus pantallas estén tan bajas y, como tardes unos minutos en salir y se apague el sistema, abrirás las puertas a ciegas.
Por lo demás, la vida a bordo es una delicia en ambas filas, con niños o adultos, por espacio, confort... Tanto que el e-tron estos días también ha sido el compañero perfecto para ir en familia a dar una vuelta para ver las luces navideñas, hacer compras por la ciudad (sin ningún tipo de restricción, gracias a la etiqueta cero)... y aparcar gratis en el centro ¡si te atreves a dejar un coche así en la calle!
Los Reyes Magos (aunque la unidad que ves aquí tiene un color más propio de Papá Noel) agradecerán y mucho un maletero de 660 litros sin abatir asientos. Pero reconozco que, en cuanto me vuelvo a quedar solo, lo que yo me regalo son más kilómetros para probar a fondo este espectacular vehículo. Sus dos motores eléctricos responden muy bien en cualquier situación y el hecho de estar uno en cada eje y el reparto de pesos de casi un 50/50%, junto a la tracción 4x4, contribuyen mucho a la estabilidad.
Cuando me relajo de vuelta a casa, es el momento de disfrutar de su bajísima rumorosidad, el equipo de sonido de serie –que es muy bueno pero puede mejorar más aún con el Audi Sound System (1.430 euros)–, las posibilidades de su suspensión adaptativa y las oportunidades de ahorrar energía que ofrecen sus distintas configuraciones electrónicas, sus frenos regenerativos... y tu pericia al volante.
Pero no te despistes o volverán los estreses: en un enchufe doméstico de 2,3 kW ¡el tiempo de carga al 100% son más de 40 horas! Así que sé bueno... y que los Reyes te traigan un Wallbox.
! Hay que elegir muy bien los extras para que el precio total no se dispare demasiado